Nacional

Chucho: El oso de anteojos que protagoniza una batalla legal en Colombia

Chucho es un oso andino o de anteojos que tiene entre 24 y 25 años, pesa cerca de 200 kilos y mide un metro de altura, y desde hace dos años es protagonista de un caso que aunque aún está por definirse jurídicamente.

Los ires y venires que ha tenido su proceso ya le aseguraron un lugar en la historia de los derechos de los animales en Colombia.

El oso podría convertirse en el primer animal en su país que recibe el beneficio de habeas corpus, presentado por el abogado Luis Domingo Gómez Maldonado, quien solicitó que el zoológico de Barranquilla, que custodia a Chucho desde julio de 2017, lo liberara y lo devolviera a la reserva de Río Blanco, ubicada en una zona montañosa cerca a Manizales (centro-occidente del país), que lo alojó por 19 años.

El habeas corpus, de acuerdo con la ley colombiana, ampara la libertad personal cuando se considera que alguien es privado de ella con violación de sus garantías constitucionales o legales, o esta se prolongue de manera ilegal. En el caso de Chucho, la solicitud presentada por Gómez Maldonado no se refería a su libertad en sí, sino que se lo devolviera a su hábitat natural.

El proceso pasó por la Corte Suprema de Justicia y ahora se encuentra en la Corte Constitucional, que tomará la última decisión sobre el sitio en el que Chucho deba pasar sus días.

Los antecedentes

Chucho, señala el sitio web Semana Sostenible, nació en la reserva La Planada del municipio de Ricaurte, Nariño, en el sur de Colombia. Una región con temperaturas promedio de 10°C en sus zonas más altas y 16°C en las más bajas.

El oso andino o de anteojos es una especie en peligro de extinción en Colombia, ha señalado el Ministerio de Medio Ambiente, por lo cual se ha procurado la protección de la especie desde distintos entes ambientales. Esto motivó, en 1998, el traslado de Chucho y su hermana desde La Planada hasta la Reserva Río Blanco. Allí fue acogido por la Alcaldía de Manizales y Corpocaldas, un ente que administra los recursos naturales y ambientales en el departamento de Caldas.

Allí Chucho creció en soledad luego de que su hermana falleciera de cáncer, y contaba con un cuidado “limitado”, bajo la vigilancia, contó a Yahoo Noticias el jefe del departamento de Biología y Conservación del zoológico de Barranquilla, Christian Olaciregui. “No tenía atención veterinaria permanente ni tampoco una nutrición balanceada, basada en concentrados altos en grasa, que le generaron sobrepeso”.

El abogado Carlos Mendoza, asesor legal del zoológico de Barranquilla, aseguró que Chucho se escapó en dos oportunidades de la reserva, y se temía no solo que causara daños a las personas de la región, sino que estas a su vez intentaran agredirlo como mecanismo de defensa.

Estas fueron las razones por las cuales la Alcaldía de Manizales y Corpocaldas decidieron donar el animal al zoológico de Barranquilla, donde hoy habita en un recinto de 152 metros cuadrados, que cuenta con un cerramiento en muro y un techo enmallado, donde según Olaciregui recibe una dieta balanceada con frutas y verduras diseñada por nutricionistas especializados en vida silvestre.

El habeas corpus

Al enterarse del traslado de Chucho, un ciudadano, el abogado Luis Domingo Gómez Maldonado, sintió que el lugar al cual había llegado el animal no era el indicado para que continuara su vida, en especial por las condiciones climáticas: Barranquilla está ubicada en la costa caribe colombiana, y su temperatura promedio oscila entre los 24°C y los 32°C, que en algunas épocas supera este rango.

Con información de Yahoo Noticias