En tercer debate fue aprobado el proyecto de ley, por medio del cual se generan incentivos a la calidad, promoción al consumo y comercialización de panela, mieles paneles y derivados, así como a la reconversión y formalización de trapiches.

Son tres problemas principales los que golpean al sector panelero colombiano, según sostuvo la senadora del Centro Democrático, María del Rosario Guerra, ponente de la iniciativa.

En primer lugar se ubica la inestabilidad de precios en la panela. De acuerdo con la congresista Guerra, producir un kilo de panela cuesta $2.351, sin incluir los costos de producción. «El campesino recibe solo $1.600 de ingreso», apuntó. Además, a ese problema se suma la disminución en el consumo per cápita de este producto dulce.

Según las estadísticas, en 2007 la panela alcanzó los 29 kilos y diez años después, 2017, bajó a 25.9 kilos. La inestabilidad de precios y el exceso de oferta es otra afectación. «Colombia está produciendo 223 millones de toneladas por encima del que se consume o del que se puede exportar», añadió la legisladora.

Los productores de panela, 90% de ellos pequeños, tienen nuevas opciones para exportar el producto a mercados como Estados Unidos, España, Francia, Italia, entre otros. Por eso, entre los beneficios del proyecto está el otorgamiento de descuentos tributarios para empresas que compren, exporten y comercialicen panela, así como para la construcción de nuevas centrales de acopio.

La iniciativa, que busca beneficiar a cerca de 600 mil paneleros nacionales, también permitirá: fomento a la formalización empresarial, promoción del consumo de panela e impulso al turismo de actividades relacionadas con el sector, que genera cerca de 380 mil empleos directos y concentra su producción en los departamentos de Boyacá, Santander, Valle, Huila y Nariño.