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Más de $4.000 mil millones al día se pierden por cierre de vía al Llano

Foto: Mintransporte

Los cierres ocasionados por derrumbes afectan la competitividad de las empresas ubicadas en la región de los Llanos Orientales con pérdidas que ascienden a los $4.000 millones diarios.

Ante la difícil situación presentada por los continuos cierres de la vía Bogotá-Villavicencio, que han afectado a la población y la economía de los Llanos Orientales (Arauca, Casanare, Guaviare, Meta y Vichada) y Cundinamarca, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, ANDI, solicita que se tomen las medidas necesarias y soluciones definitivas con el concesionario y así evitar los continuos cierres en la vía por causa de los derrumbes.

La región de los Llanos Orientales se ha visto gravemente afectada al no poder enviar y comercializar sus productos hacia el interior del país y zonas portuarias, situación que compromete la competitividad y operación de empresarios de los sectores agroindustrial, hidrocarburos, minería y de servicios, entre otros. De la misma manera, se ha visto afectada la recepción de insumos necesarios para el desarrollo de los procesos industriales y agropecuarios.

Con el cierre de la vía, las pérdidas para las empresas de la ANDI ubicadas en la zona de los Llanos Orientales pueden ascender a $4.000 millones por día, cifra que en la mayor proporción no es recuperable, debido a que los productos son abastecidos por empresas de otras regiones. La falta de comunicación directa con Bogotá les genera sobrecostos a las empresas, que deben implementar planes alternos para traer o movilizar materiales y el costo del transporte a aumenta en cerca del 45%.

Además, vías alternas como Restrepo-Cumaral-El Secreto-Guateque-Sisga-Bogotá están en mal estado y no permiten el paso de vehículos pesados y por la ruta Bogotá-Tunja-Paipa-Duitama-Tibasosa-Sogamoso-Pajarito-Aguazul-Tauramena-Monterrey-Barranca de Upía-Paratebueno-Cumaral-Restrepo-Villavicencio solo pueden transitar vehículos con un peso máximo de 50 toneladas. De otra parte, la ANDI señala que se requiere una política de promoción del transporte aéreo para ampliar el transporte de pasajeros y el envío de correo a costos factibles hacia Villavicencio.

Tras cerca de 20 años de operación del corredor vial Bogotá-Villavicencio, el concesionario de la vía debería tener un conocimiento detallado de las causas de las afectaciones (derrumbes, deslizamientos, hundimientos, restricciones para el paso de la carga por los túneles y gestión de tráfico, pago de peajes, entre otras). Sin embargo, el cierre de la vía se ha convertido en una situación usual, cuando debería contarse con el modelo de gestión que permita responder al flujo de tráfico que afecte lo menos posible la competitividad.