Opinión

Industria del acero: Esbelta, duradera y temblorosa

Por: Luis Eduardo Forero Medina
Colombia, con la producción en Cundinamarca y Boyacá se constituye en el tercer productor más grande en Suramérica y el cuarto en Latinoamérica del material de construcción más popular del mundo; el acero, cuyos orígenes en el país “datan del siglo xx con el descubrimiento de los yacimientos de mineral de hierro en 1923 en la región de Pacho, ubicada en el departamento de Cundinamarca”, según se reseña en el documento El acero colombiano columna vertebral en el progreso del país, en el capítulo Historia del acero en Colombia, de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia,(ANDI).

El protagonista de ese hallazgo fue el alemán Jacobo Benjamín Wiesner, que por esa época vivía en Zipaquirá. Por eso se afirma que no solamente Pacho, ubicado en un rincón particularísimo de la cordillera oriental; sino Suramérica desde esa oportunidad pasó de la Edad de Piedra a la Edad de Hierro. El acero resulta de mezclar mineral de hierro y Cok, de lo que queda la escoria.
El gremio del acero en comparación con los demás de la economía, tiene el particular compromiso de contribuir con las metas del país al año 2030, específicamente, la construcción de viviendas amigables con el medio ambiente y en beneficio de la población más vulnerable.
El acero es elogiado fuera de sus bondades de durabilidad, manejabilidad y bajo costo, de la misma manera por la esbeltez que contagia a las construcciones embellecidas exteriormente con ese metal. “Lo que algunos llaman la estética o el lenguaje del acero”, que llevan a que las construcciones con ese material siempre permanezcan relucientes.

Aunque el hierro es abundante en el país, el número de productores de acero se cuentan con los dedos de una mano: Vototantim Siderurgia (VS), propietaria del más del 52% de Acerías Paz del Río, fundada en 1948. La brasileña Gerdau Diaco que en Colombia tiene plantas productivas en Muña, Yumbo, Tocancipá y Tuta; la vallecaucana Sidoc, la Siderúrgica del Occidente con 32 años en el portafolio del acero, y la argentina Ternium, cuyo proceso va desde la extracción del mineral de hierro hasta la fabricación de productos de alto valor agregado. Este grupo adquirió Acerías de Caldas (Acasa), con más de 60 años de trayectoria en el mercado del acero.
Frente al mínimo grupo de productores de acero, en la mayoría de los hogares siempre se encuentra una lata de acero; metal que como en los sectores en el que se le emplea, toda vez que deriva del hierro, tiene una de sus características la elasticidad, que es muy alta, al calentarse y al golpearlo se le puede dar cualquier forma, se puede cortar y doblar, sin que pierda resistencia; en fin es un material que es posible unir por medio de soldadura y reciclar fácilmente e infinidad de veces.

Las vigas de acero se ven principalmente en puentes, bodegas, techos o edificaciones de gran tamaño, e igualmente pequeñas y versátiles como las casas prefabricadas. Como una solución a las necesidades habitacionales de Colombia, la ANDI ha formulado una propuesta de viviendas prefabricadas económicas, resistentes y adaptables a las diferentes regiones del país. Una solución de vivienda unifamiliar prefabricada con seis personas colaborando, se construye en cinco días, señalaron los expertos. Una casa tradicional pesa unas 40 toneladas, una vivienda de acero pesa 4 toneladas; por esto el acero se ha introducido últimamente en técnicas de viviendas con ventajas en tiempo y recursos para su ejecución; además que no hay desperdicio de materiales como en las casas convencionales, ya que con el acero, se sabe exactamente la cantidad de producto requerido.
De acuerdo a la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, uno de los mayores encadenamientos productivos del sector edificador en el mundo es la producción de hierro.
Falta poco más de un año para ver materialmente las obras civiles proyectadas por 194 billones, cuyo 20% es producido por los productos metalúrgicos básicos como el acero, indicó G&j. La industria del acero en Colombia genera unos 6.000 empleos directos y 33.000 indirectos.
El otro lado del sector del acero es la sobre oferta en el mundo, que ha conllevado que especialmente del continente asiático, de China proceda cantidades incalculables de acero que normalmente entran al país por vía contrabando, precios bajos o mala calidad; convirtiéndose su compra en un premeditado atentado a la seguridad de la comunidad, construcciones civiles, habitacionales y de comercio por la mala calidad del acero; sin acreditar su carácter anti-sísmico que debe contener, además de la competencia desleal a la industria colombiana del acero. Por eso la importancia del acero certificado, indispensable para la seguridad de las personas y las construcciones.
La actual crisis del acero no ha sido ajena a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que ha reconocido que la industria siderúrgica enfrenta serios problemas de comercio y ajuste a nivel global, “tal vez los más graves de su historia”. En los últimos tiempos el acero ha ocupado un lugar destacado en el programa del G20, creado hace 20 años.
“No podemos permitir que el sector pase del jaque al mate y nos saquen del tablero”, señaló Ciro Alejandro Ramírez Cortéz, Senador de la República.
@luforero4