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Colectivo de 690 vallecaucanos trabaja sin descanso para poner a bailar al mundo

Foto: Fundación Delirio

Comprometidos con el desarrollo de la industria cultural del país y buscando reivindicar la cultura popular caleño, en mayo de 2006 cuatro mujeres vallecaucanas (Andrea Buenaventura, Ángela Gallo Lloreda, Eleonora Barberena y Liliana Ocampo) tuvieron la iniciativa de crear a un proyecto que pretendía apostarle al baile como un vehículo para transformar vidas y hacer realidad los sueños de jóvenes artistas. Desde entonces y hasta hoy, nada ha sido imposible para el colectivo Delirio, un universo visual y sonoro hecho en Cali que se ha convertido en un fenómeno.

Con más de una década de trabajo, la Fundación Delirio cuenta con un colectivo integrado por 690 personas, una carpa propia de 23.000 m2 y más de 450 presentaciones que lo han catapultado como el show de salsa más exitoso de nuestro país. Cuatro escuelas de salsa, una escuela de circo, una orquesta y 200 artistas en escena, apoyados por un equipo logístico de gran experiencia y profesionalismo, hace las delicias del público en cada función. Nada de esto sería posible sin el apoyo crucial de aliados estratégicos como Grupo Aval, que le apuestan al crecimiento de las economías creativas.

La Fundación Delirio nació como un sueño de ciudad, con el propósito de crear un modelo de industria creativa que facilite un espacio para que los artistas puedan crecer y encontrar en el arte un oficio y el reconocimiento profesional. Este año se cumplen 13 años de trabajo ininterrumpido, desde que prendió motores en Cali, una ciudad que baila en sus calles, en sus plazas o en sus casas y hace de ese baile un show de corte internacional, una puesta en escena que se ha convertido en una marca que reafirma el bello concepto de que Cali es la Capital Mundial de la Salsa.

Hoy día la entidad trabaja enfocada en dos líneas: Delirio, un espectáculo único y original, con el que se ha propiciado un espacio de realización personal y profesional para un gran número de artistas, productores, personal administrativo y equipo logístico, quienes se encargan de que cada show sea impecable. El otro componente es una iniciativa llamada Paso Firme, encaminada a generar una comunidad que vea en la cultura un pilar fundamental para reconstruir el tejido social. Gracias a esto se han visto beneficiados más de 750 jóvenes.

“En Delirio creemos que la imaginación es el principio para transformar la realidad. Por eso creamos historias bailadas que inspiren a creer que todo es posible. Es esa capacidad de imaginar lo que ha hecho posible que debajo de nuestra carpa vuelen bicicletas, que los sueños estén hechos de vapor, que los ángeles charlen con poetas y que una ciudad entera pueda bailar y transformarse al mismo son”, afirma Andrea Buenaventura, directora de la Fundación Delirio.

La Fundación continuará trabajando por innovar permanentemente, creando nuevas maneras de poner en escena la inagotable cantera de cultura popular que tiene Cali y el Valle del Cauca, creando colectivamente espectáculos integrales con contenidos que generen reflexión y diversión a la vez.

“Durante los últimos años hemos sido aliados de grandes conciertos y eventos en el país, destacando la gran labor cultural que se ha hecho no solo en Bogotá, sino en ciudades como Cali, que con este espectáculo de talla internacional busca perpetuar la cultura caleña y con este show lo han logrado. Por eso desde Grupo Aval apostamos y seguiremos apostando para que Delirio siga evolucionando y traspasando fronteras, llevando lo mejor de Colombia a todo el mundo”, concluyó José Manuel Ayerbe, vicepresidente de mercadeo de Grupo Aval.