Opinión

Pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR)

Por: Luis Eduardo Forero Medina
Es incalculable la suma de pesca de forma ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) por la inmensidad del océano que cubre el 70% de la tierra; por su “acaparamiento”, lo que facilita a los piratas atrapar en su faena desde el pez más chico hasta tiburones en zonas donde el seguimiento, control y vigilancia (SCV) son casi imposibles, a veces por transportarse en barcos grandes o lanchas rápidas que evaden a las autoridades, que comienzan a advertir la magnitud del flagelo, acudiendo a un abanico de instrumentos, como sistemas de vigilancia de buques (VMS).

La pesca ilegal la componen “una amplia gama de tales actividades irresponsables”; v.gr. la que se realiza sin permiso; cuando aún obtenida la autorización, se adelanta en zonas protegidas o sobre individuos en peligro de extinción, o no incluidos en el permiso, o cuando no declaran, o declaran mal sus capturas, que están aumentando en todo el mundo. Colombia y Ecuador no han logrado eliminar el azote de la INDNR en Malpelo y el Parque Nacional Galápagos, respectivamente.
En el mundo, Colombia es pionera en la lucha para combatir este tipo de pesca, con la expedición de la Ley 13 de 1990, “Estatuto General de Pesca”. A partir de allí se dictan diversos instrumentos internacionales, la mayoría de carácter voluntario en su aplicación. En 1993 el Acuerdo de Cumplimiento, aprobado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), habiendo entrado a regir diez años después. Como documentos de buenos modales en la pesca, considerados como una “caja de herramientas”, en 1995 170 países aprobaron el Código de Conducta para la Pesca Responsable, y en 2001 la FAO elaboró un Plan de Acción Internacional para Prevenir, Desalentar y Eliminar la Pesca Ilegal, no Declarada y no Reglamentada (PAI-INDNR). En 2009 la Conferencia de la FAO adoptó el Acuerdo que comenzó a aplicarse desde 2016, sobre Medidas del Estado Rector del Puerto Destinadas a Prevenir, y Eliminar la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada; constituyéndose en el primer acuerdo internacional vinculante dirigido de forma específica a combatir esa plaga. En 2014 se establece el registro mundial de buques de embarcaciones involucradas en operaciones pesqueras , transporte, refrigerado y suministro; y en 2017 se aprobó una especie de “pasaporte” para los peces, el denominado sistema de documentación de capturas. Muchos países continúan sin adherirse a esos tratados.
Particularmente en Colombia en contra de la pesca ilegal que hace que uno de cada cinco peces de esa característica sean de esa procedencia, en 2009 se promulgó la Ley 1333; en 2015 se publicó la Circular Externa Conjunta y conformó la mesa nacional contra la pesca ilícita y en 2017 se expidió la Ley 1851. En Colombia la pesca ilegal es una infracción administrativa y un delito; la primera sancionada por la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap); y el segundo contemplado en el artículo 335 del CP. La primera sentencia por pesca ilegal en zona protegida, fue dictada en 2016 por el Juzgado Promiscuo de Guapi (Cauca), condenando a 26 personas; en general se critica que las sanciones en ese sentido son débiles en todos los países.
Las autoridades responsables de afrontar a los “peces gordos” de la pesca ilegal son la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), la Armada de Colombia que intercepta embarcaciones, la Dirección General Marítima (Dimar), Cuerpo de Guardacostas que cubre los litorales Caribe y Pacífico; Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) y Fiscalía General de la Nación, entre otros. Los hechos más comunes derivados de la pesca ilegal, son los robos, lesiones y hasta muerte de pequeños pesqueros que faenan para su subsistencia, de parte de piratas o grandes barcos con bandera extranjera, y el abandono de las artes de pesca, y aparejos que terminan transformándose en basura marina. Los beneficiados con la pesca INDNR son mafias internacionales sin rostro que regularmente son sorprendidos traficando carne de tiburón con estupefacientes. Los perjudicados con la pesca INDNR, los rivereños de países en desarrollo que ven amenazado su sustento y el aumento del desempleo juvenil y femenino; sectores donde trabajan mayormente en la pesca artesanal; el medio ambiente, a nivel biológico y ecológico; la economía principalmente de países costeros e insulares, pero sobre todo la salud de todo el mundo.
En cuanto a las medidas para acabar con la pesca INDNR la FAO ha recomendado diversas como no permitir que se utilicen los puertos para llevar las capturas a desembarcarlas o transbordarlas; la integración e intercambio de información de los involucrados (países, pesqueras, autoridades portuarias, policía, aduanas, inmigración etc). El control de barcos pesqueros en muchos países es nulo, se matriculan indiscriminadamente, ignorando en adelante acerca de sus actividades de pesca; o barcos extranjeros entran sin permiso, sin siquiera ser inspeccionados. La caracterización forma parte de esa estrategia; en Colombia se comenzó a carnetizar a los pescadores; antes de finalizar 2019 la AUNAP entregará el censo de Ituango hasta Nechí en el Río Cauca, y departamento de Bolívar, incluida Cartagena. Recientemente se realizó el primer simulacro contra la pesca ilegal no declarada y no reglamentada de 2019, en San Andrés de Tumaco, Nariño.
@luforero4