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Cuidados y procesos minuciosos para producir el mejor café del mundo

El origen de la historia del café se remonta a Etiopía, África. Algunas leyendas tribales etíopes cuentan que los miembros de las tribus y pastores de cabras observaban cómo sus animales presentaban comportamientos más energéticos de lo normal, tras consumir las cerezas rojas del café.

Pero fue hasta el siglo XV, cuando aparecieron las primeras evidencias de consumo, con la comercialización del café entre Etiopía y monasterios en Yemen. De esa manera empezó su expansión en el siglo XVI, llegando al resto de la población, y a todo el mundo islámico.

A América llegó por Nueva York, a través de piratas holandeses que llevaron la semilla del cafeto a mediados de 1600 a la Nueva Amsterdam, la Nueva York actual que por aquellos años se llamaba así.

También fueron los holandeses, los encargados de propagar el cafeto en América Central y del Sur, que hoy en día tiene una importancia crucial en la economía de la región, el cultivo del café representa una importante fuente de empleo desde su plantación, procesamiento, transporte y comercialización del que es uno de los productos básicos de todas la naciones en el mundo.

En Colombia infinidades de familias campesinas han seguido la tradición de sus antepasados cultivando este delicioso fruto que ha hecho del país uno de los mejores productores en el mundo. “Nuestros padres, abuelos y bisabuelos han sido cafeteros en un promedio de 70 años, y en esta generación estamos con mis hijos cultivando el café. Trabajamos en variedades de café como el orgánico y todo el proceso de beneficio, recolectar granos maduros y realizar un muy buen lavado del café para secarlo al sol”, dijo Luz Marina Basto, caficultura de Cundinamarca.

Desde entidades gubernamentales como la Secretaría de Agricultura de Cundinamarca, que a través de programas han hecho del cultivo de este grano, un producto de tipo exportación.

“Tenemos más de siete mil hectáreas de cafés especiales y más de 32 mil caficultores en el departamento, somos el décimo productor del país. Vamos a hacer pequeñas ruedas de negocios no solo con las grandes superficies sino con esas pequeñas y medianas superficies que a diario necesitan los productos”, indicó Juan Gabriel Ayala Cárdenas, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural.

La Gobernación Departamental cuenta con programas de mercadeo como La Agrovitrina, una iniciativa que le brinda al pequeño productor la posibilidad de ofrecer su producción directamente sin intermediarios. “Gracias a eso nosotros podemos salir desde nuestras fincas a llevar nuestro producto. Mostrar nuestra producción directamente al consumidor sin intermediarios”, resaltó Luz Marina.

Así como Luz Marina, que ahora comercializa sus productos directamente y tiene un negocio rentable, cientos de personas que no han logrado hacerlo pueden encontrar en La Agrovitrina, su mejor aliado para hacer crecer su negocio.