Opinión

Colombia, primera productora en América en aceites y grasas

Por: Luis Eduardo Forero Medina
La producción nacional en aceites y grasas es mayor que la de Ecuador, Costa Rica y Brasil juntos ,que producen en América Latina cerca del 34%, frente al 37,7% de Colombia, en el que tal industria nació en los 30 del siglo XX con 33 unidades productoras de aceites y grasas vegetales y siete de grasas animales;

siendo pioneras la Compañía Colombiana de Grasas Cogra que empezó labores en 1942; y Acegrasas ( Sevillana y la margarina Dagusto); Fagrave (aceite Z); Grasas S.A. (Girasol, Gourmet y Oleosoya) y Gravetal; fusionadas a finales del siglo pasado en la marca Team, el mayor grupo grasero experto en soluciones de alimentación con presencia en Chile, México y Colombia.

La industria de grasas y aceites al inicio de la tercera década del siglo XX contaba en el país con 51 establecimientos, la mayoría dedicados a extracción del aceite de las semillas oleaginosas, que incluye siembra, cultivo y cosecha de las pepitas mantecosas; seguido de los refinadores y fabricantes de margarinas. En estados diferentes a éste, se encuentran comprendidos en la cadena de oleaginosas como fuente, el maíz, girasol, maní, coco, colza, y algunos productos intermedios o finales. En Colombia el eslabón primario de la cadena oleaginosa, aceite y grasas depende básicamente del cultivo de palma de aceite, según el Departamento Nacional de Planeación; por cuanto en el caso de los productos intermedios o finales, la industria aceitera y grasera no ha evolucionado hacia la oleoquímica.
La importancia del sector, que ha adquirido talla mundial y ostenta el quinto puesto dentro del macrosector agroindustrial, ha determinado su íntima relación con la industria de alimentos de humanos como panadería, galletería, encurtidos, confitería y chocolatería, salsas y emulsificantes; y alimentos para animales. El aceite vegetal usado (AVU) es destinado principalmente como materia prima para la producción de Biodiesel, con lo cual se reducen las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) del sector transporte en un 8%. Particularmente el biodiesel producido en Colombia, baja aproximadamente en 83% la emisión de GEI, como lo recalcó La Conferencia Internacional sobre palma de aceite.
También el AVU se transforma en alcohol, asfalto, aditivos de caucho, artículos de tocador y farmacéutica, detergentes, jabones, lodos de perforación, lubricantes, pinturas, poliuretano, recinas, surfactantes, tintas para artes gráficas, velas, entre otros. En Colombia en 2016 el consumo aparente de aceite vegetal comestible fue de 621.000 toneladas, indicó Asograsas (Asociación Colombiana de Industrias de Grasas y Aceites Comestibles). En la canasta familiar, la participación de aceites está en el puesto 21 y el mercado de aceites ilegales alcanza el 30% del consumo, convirtiéndose en una amenaza para la salud pública. Es el aceite de variedad de marcas que ha pasado de mano en mano, cambiado de empaque, vendido embazado o más barato si llevan su propio embace y nunca se especifica su productor.
Los generadores de AVU deben contar con planes diseñados a desecharlo de forma correcta; respecto a los hogares el procedimiento consiste en estos pasos de acuerdo al grupo Team: utilizar en las preparaciones un aceite fresco (no reutilizado), de confianza y calidad; después de frío el aceite usado con la ayuda de un embudo, verterlo en un recipiente vacío y cerrarlo bien; el residuo de aceite del sartén limpiarlo con un papel de cocina y botarlo a la basura o a la tierra; finalmente llevar la botella con el AVU y depositarlo en las canecas especiales, que son intervenidas por los gestores de aceite vegetal usado, que almacenan, transportan, utilizan, y lo disponen adecuadamente. De no procederse conforme a lo anterior y dictarse las normas de parte de los Concejos; continuando la costumbre inveterada de reutilizarlo, regarlo en lavaplatos, o desagües domésticos, obstruyendo las redes, o tirarlo a la basura, y abstenerse de instalar una trampa de grasa; las graves consecuencias ambientales y contra la salud humana continuarán evidenciándose. Un litro de aceite usado vertido por el desagüe puede contaminar hasta 1000 litros de agua, sostiene red de desarrollo sostenible. Hace un año el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible expidió la Resolución 316, relativa a la gestión de los aceites de cocina usados; que se aplicará progresivamente en Colombia, máximo hasta el año 2025 en los municipios de categoría 5 y 6; en el año 2020 a las municipalidades de categoría 3 y 4; y este año los de categoría 1 y 2 se encuentran en su implementación.
El futuro del sector se basa en tres pilares: La implementación del Plan de acción regional para la eliminación de los ácidos grasos trans (IP-TFA) del suministro de alimentos 2020-2025 de la Organización Panamericana de la Salud; la puesta en práctica de la hoja de ruta acordada en julio de este año, por 8 países de la Región de las Américas para eliminar los IP-TFA que generalmente se encuentran en aceites de baja calidad; y la tendencia de consumir alimentos saludables, en los que las grasas de origen animal son apartadas para acoger el consumo de las grasas de origen vegetal, presente en los aceites de girasol, de canola, de oliva y coco. La Sociedad colombiana de medicina preventiva y ortomolecular se alió con el aceite de palma 100% colombiano.
@luforero4