Judicial

Envían a la cárcel al terror de los ciclistas en Bogotá, Cundinamarca y Boyacá

–Un sujeto que habría hurtado cerca de 1000 bicicletas en Bogotá y poblaciones de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, fue capturado y enviado a la cárcel tras aceptar los cargos que le endilgó la Fiscalía. El juez lo consideró como un peligro para la comunidad, por ello le dictó medida de aseguramiento intramuros.

Se trata de Mauricio Beltrán González, de 39 años, considerado por las autoridades como uno de los ladrones de bicicletas más peligros en la capital del país.

Su captura fue en una residencia que alquilaba y en la cual tenía su centro de operaciones. Le fueron incautadas tres bicicletas de alta gama robadas el fin de semana y que no alcanzó a comercializar. Además, los investigadores de la Sijín encontraron celulares ytablets, al parecer hurtados. También en su habitación había una bolsa con marihuana.

En la audiencia ante el juez 53 de control de garantías, el investigado aceptó los cargos de hurto agravado y calificado, concierto para delinquir y tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.

Los hurtos los efectuaba principalmente en el norte de la ciudad y sus víctimas eran adolescentes, mujeres que usaban ciclorutas con sus niños pequeños y estudiantes universitarios.

En la mayoría de los eventos delictivos se ganaba la confianza de las víctimas ofreciéndoles servicios y afiliación a clubes de biciusuarios haciendo gala de su conocimiento en bicicletas, marcas, accesorios y normatividad. Un ligero descuido de los propietarios le permitía huir con las bicicletas.

Otra de las personas que resultó afectada afirmó que en un parque fue abordada por Beltrán González, quien aseguró ser funcionario de la Alcaldía Local de Usaquén. La invitó a una charla y pidió que le tomara una fotografía con la bicicleta para luego desaparecer con ella.

Otro de los casos denunciados ocurrió en Nobsa (Boyacá), a donde Beltrán viajo para quitarle la bicicleta todoterreno a un adolescente de 14 años, porque a su cómplice se la habían encargado. Al respecto, el ente acusador estableció que el hoy procesado tenía dos cómplices: uno que lo acompañaba a cometer los robos y otro que vendía los elementos hurtados.