El presidente estadounidense, Donald Trump, apoyó la idea de que su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, nombre a su hijo como embajador en Estados Unidos, en la última muestra de sintonía entre los dos gobernantes de derecha.

«Creo que es un gran nombramiento», dijo Trump al considerar «excepcional» a Eduardo Bolsonaro, un abogado y legislador de 35 años.

La propuesta del presidente Bolsonaro ha provocado controversia en Brasil, donde diplomáticos profesionales suelen estar al frente de las embajadas.

El planteo de que Eduardo Bolsonaro asuma el codiciado puesto también choca con la promesa de su padre en las elecciones del año pasado de luchar contra el amiguismo, junto con otros aspectos de la corrupción desenfrenada en el país más grande de América Latina.

Pero Trump, quien tiene a su hija Ivanka y a su yerno Jared Kushner entre sus principales asesores, dijo que no veía ningún problema.

«No creo que sea nepotismo», afirmó.

Eduardo Bolsonaro, quien encabeza la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja del Congreso en Brasil, no tiene experiencia diplomática previa.

El legislador es un gran entusiasta del presidente de Estados Unidos y su padre, Jair Bolsonaro, suele ser llamado el «Trump de Brasil», para deleite declarado del inquilino de la Casa Blanca.

El presidente brasileño, que ha negado cualquier problema de nepotismo, argumenta que su hijo accedería automáticamente a un tratamiento especial en Washington por sus vínculos personales con Trump.

Eduardo Bolsonaro fue el único representante brasileño que en marzo pasado participó junto a su padre en la reunión privada con Trump en el Salón Oval de la Casa Blanca, pese a que el canciller Ernesto Araújo también integraba la comitiva.

El más joven de los tres hijos del mandatario brasileño que se dedican a la política, esgrimió hace dos semanas su acción legislativa vinculada a la diplomacia y sus andanzas juveniles en Estados Unidos como puntos a su favor en un eventual nombramiento como embajador en Washington.