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OMS urge investigar más sobre el efecto de los microplásticos en la salud

–La información que se tiene hasta ahora parecería indicar que los microplásticos presentes en el agua que bebemos no suponen un riesgo para la salud. “Pero necesitamos investigar más y debemos poner un alto a la contaminación por plástico”, afirmó este jueves la Organización Mundial de la Salud, OMS.

El hecho es que más de 220 especies diferentes ingieren desechos microplásticos en condiciones naturales, muchas de ellas consumidas por humanos, como mejillones, ostras, almejas y camarones.

Frente a esta situación, la OMS urgió a hacer más investigación sobre los microplásticos en el ambiente y sobre su impacto en la salud de las personas, a tiempo que destacó la necesidad de ponerle un alto a esos contaminantes a nivel global.

La exhortación siguió a la publicación de un nuevo estudio que indica que los microplásticos presentes en el agua que bebe la gente no perjudicarían la salud.

La doctora Maria Neira, directora del Departamento de Salud Pública de la OMS, subrayó que es urgente investigar más sobre el efecto que tienen en la salud los microplásticos, ya que se trata de un contaminante que está en todas partes.

“Con base en la información limitada que tenemos, los niveles actuales de microplásticos en el agua no parecerían suponer un riesgo para la salud. Pero necesitamos saber más. También precisamos frenar el aumento de contaminantes plásticos en el mundo”, recalcó Neira.

Según el análisis, el cuerpo humano no absorbería los microplásticos que superan los 150 micrómetros (un micrómetro es la millonésima parte de un metro) y la absorción de los que son más pequeños sería limitada. Sin embargo, la absorción y distribución de nano partículas plásticas sería mayor, pero los datos son extremadamente precarios hasta el momento.

Para ampliar el conocimiento sobre el tema, se deben desarrollar métodos estandarizados para medir las partículas microplásticas en el agua dulce y la eficacia de los tratamientos de esas aguas.

La OMS recomendó a los abastecedores de agua potable, así como a las autoridades de salud, darle prioridad a la limpieza de patógenos microbianos y químicos que hacen daño a la salud, entre ellos los que causan enfermedades diarreicas que pueden ser mortales.

Agregó que esta purificación del agua acarrea una ventaja doble ya que los tratamientos que se dan a las aguas negras y al agua para beber para eliminar contenidos fecales y químicos también sirven para deshacerse de los microplásticos.

La OMS detalló que la limpieza de aguas negras puede acabar con más del 90% de los microplásticos y añadió que los tratamientos convencionales de potabilización del agua pueden eliminar partículas menores a un micrómetro.

¿De donde vienen los microplásticos?

Los microplásticos provienen de diferentes fuentes y son clasificados en primarios y secundarios. Los primarios son aquellos que se fabrican intencionalmente con cierto tamaño, tales como los granulados, los polvos y los abrasivos domésticos e industriales que se utilizan en cosméticos y productos para el cuidado personal, así como en textiles y prendas de vestir, entre otros.

La segunda categoría abarca aquellas partículas que proceden de la degradación de materiales más grandes, como bolsas, y de las emisiones durante el transporte terrestre, especialmente la abrasión de los neumáticos de automóviles en uso.

En el sector de la pesca y acuicultura se suele usar el plástico para fabricar aparejos de pesca, jaulas, boyas y para construir y mantener embarcaciones. Se utilizan también cajas y materiales de embalaje de plástico para transportar y distribuir el pescado y los productos pesqueros.

Los aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados son una de las principales fuentes de desechos plásticos marinos; sin embargo, no existen datos cuantitativos sobre la cantidad de micro plásticos que son emitidos a partir de ellos.

Según la FAO, actualmente las áreas más afectadas por la presencia de microplásticos son el mar Mediterráneo, los mares del este y el sudeste asiático y las zonas de convergencia ecuatorial al norte del Atlántico y del Pacífico.

Los microplásticos contienen una mezcla de productos químicos añadidos durante su fabricación que pueden filtrarse en el ambiente. Estas partículas además absorben eficazmente sustancias tóxicas presentes en el medio marino como los contaminantes orgánicos persistentes.

“Además, los microplásticos son un sustrato sobre el que viven organismos marinos como invertebrados, microalgas, bacterias, hongos o virus (fenómeno conocido como bioincrustación), algunos de los cuales representan patógenos potenciales”, asegura la FAO.

Según los estudios , se ha observado que más de 220 especies diferentes ingieren desechos microplásticos en condiciones naturales. Excluyendo a aves, tortugas y mamíferos, el 55% de ellos son especies que tienen importancia comercial, tales como los mejillones, las ostras, las almejas, el camarón pardo, la cigala, las anchoas, las sardinas, los arenques del Atlántico, el estornino del Atlántico, las macarelas, las bacaladillas, el bacalao atlántico, la carpa común y la corvinata amarilla, entre otros.