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Más de 18 mil personas celebraron con Colombia al Parque

¿Cuál es el sonido de Colombia? es una pregunta que se puede responder a ciencia cierta si se va a Colombia el Parque. Por dos días, los asistentes a la versión 18 de este festival en el Parque Metropolitano Simón Bolívar pudieron apreciar un amplio abanico de ritmos, voces y bailes de las distintas regiones del país.

“El balance del Festival es muy positivo, después de tres jornadas podemos decir que la asistencia fue la esperada. La calidad musical nuevamente muestra que el festival puede poner en diálogo a la música colombiana, con las músicas del mundo”. dijo Jaime Cerón, Subdirector de las Artes.

Por dos días, las distintas expresiones nacionales pasaron por el escenario, algunas clásicas y otras contemporáneas, todas con algo en común, la demostración de que quienes aman la música colombiana lo hacen con un profundo estudio de su historia y una completa dedicación para lograr una puesta en escena que dignifique la música nacional. También fueron frecuentes las letras sobre la situación política del país y la invitación al público a cuidar a los líderes sociales y a la naturaleza.

Las voces femeninas predominaron, tanto en las propuestas de grupos como Perrenke Folk, invitado del programa Crea, Folkloreta con bambucos y guabinas, Mayelé con música llanera, Piangua con ritmos afrocolombianos, como en la puesta en escena de Afrotumbao, con su mezcla de hip hop, o Chontadelia, que se destacó por las coloridas visuales de su show el sábado.

El domingo, también las mujeres lideraron como vocalistas. La jornada empezó con la solista María Vanedi, a quien siguió el grupo Suricato con su interpretación a veces cercana al estilo del blues, la variedad sonora y fuerza de María Cristina Plata (Santander), y terminó con la presentación de Monsieur Periné, cuya voz principal es la de Catalina García, quien ha sido el rostro del grupo en sus doce años de historia.

Otras agrupaciones de la convocatoria distrital que se presentaron en esta edición de Colombia al Parque fueron Ensamble Baquiano de música llanera, Malalma en su regreso, que convocó a antiguos seguidores; y Los Yoryis, una joven agrupación local que empieza su recorrido en los escenarios colombianos.

Desde Cartagena, Michi Sarmiento y su combo bravo hicieron una retrospectiva de algunas canciones de la salsa colombiana, originalmente interpretadas por este maestro en los años 70, quien celebró en Colombia al Parque sus cincuenta años de carrera. En su trayectoria cuenta como músico principal y arreglista de Joe Arroyo y de Fruko y sus tesos, y como el primer director de los Corraleros del Majagual.

También hubo un grupo del Amazonas, Omacha, con ropa tradicional indígena, tocó canciones de todo el país, y desde Risaralda llegó una propuesta que combinó la música del Eje Cafereto con guitarras de blues y letras cómicas, Rubiel Pinillo, Carlos Elliot & Los Parranderos de la Florida.

Otros invitados que pusieron a bailar a todo el público con canciones legendarias de la salsa nacional fueron los integrantes de Fruko y sus tesos en el cierre del sábado, con temas como Los Charcos, Flores Silvestres y El Preso, que lograron subir la temperatura bogotana de una extensa y fría jornada musical, tal vez la presentación más emotiva para los asistentes del fin de semana, que nunca habían visto en vivo al creador de estas canciones.

Una novedad en el festival fue la participación de dos DJs en los espacios entre una agrupación y otra de la tarima principal. El sábado fue Don Alirio, reconocido coleccionista y conocedor de la cultura de ‘El picó’ del Caribe y el domingo El Gran Latido Sound System, con mezclas de ritmos afro, que sirvieron de intermedio entre los invitados de Colombia al Parque y mantuvieron al público bailando por horas.

En este Festival también hubo espacio para invitados internacionales, como la Banda Regional Mixe desde México, con su nueva generación de niños; o The Garifuna Collective del país centroamericano Belice, cuya cultura es poco conocida en el país pero que, con sus raíces africanas, demostró que su música es familiar para los colombianos y bienvenida para el baile y la fiesta en familia.

El invitado internacional que emocionó más al público fue Inti-Illimani Histórico, que tiene en su alineación a Horacio Salinas, su director original de los años sesenta, y atrajo al parque a los inmigrantes chilenos, quienes cantaron con emotividad el repertorio de una de las agrupaciones más importantes de su país.

Más de 18 mil personas asistieron a esta nueva cita de Colombia al Parque, para concluir de nuevo que definir un solo sonido colombiano no es posible pues, precisamente, es un país que celebra lo que es, la diversidad.

“Es importante resaltar también el comportamiento del público ante la heterogeneidad y la diferencia que plantea la música que reúne el festival, es muy interesante la respuesta del público de respeto, de valoración de la diferencia y disfrute de la música. Creo que fue muy significativo cambiar la sede del festival, porque sirvió para que el fuera mucho más familiar, tuvimos más presencia de niños y mascotas, creo que esto abre nuevas perspectivas para que estos niños tengan en un futuro una vinculación distinta con la ciudad y con su espacio público,” Concluye Ceron.