A partir del 24 de septiembre, los habitantes de la capital de Santander tendrán la oportunidad de disfrutar de los beneficios de la primera Smart Flower o Flor inteligente que será instalada en dicha ciudad.

Este mecanismo de transformación de energía solar, estará ubicado en la carrera 27 #51Bis – 16, lugar donde todos los interesados podrán acercarse a conocerlo y disfrutar de sus beneficios.

En línea con su política de sostenibilidad, el banco Davivienda le apuesta cada minuto a generar acciones que permitan continuar el cambio hacia el desarrollo sostenible. Por esta razón, se enorgullece al anunciar la inauguración de su primera Smart Flower o Flor Inteligente en la bella ciudad de Bucaramanga.

Este novedoso mecanismo que transforma la radiación del sol en energía limpia, ha sido desarrollado con tecnología verde capaz de generar aproximadamente 4.000 kW/h al año, lo que en una hora de energía permite cargar completamente hasta100 celulares de última generación.

La Flor Davivienda que a partir del 24 de septiembre podrán conocer los bumangueses, está diseñada armoniosamente por 12 paneles que se abren automáticamente como una flor que sigue la trayectoria del sol durante el día para recolectar energía que se traduce en energía limpia para el uso de la ciudadanía.

“Davivienda tiene el compromiso de generar bienestar en las personas, las familias, el medio ambiente y las comunidades, es por eso que uno de nuestros propósitos es promover acciones y proyectos con beneficio ambiental, que, por ejemplo, durante 2018 representaron una financiación por cerca de $907 mil millones de pesos, de los cuales $433 mil millones corresponden a colocación de un bono verde”, expresó Efraín Forero Fonseca presidente del Banco.

Adicional a este anuncio, este año, nuevamente el Banco Davivienda fue ratificado en el Índice de Sostenibilidad Dow Jones (Dow Jones Sustainability Index) uno de los más importantes referentes a nivel mundial que evalúa el desempeño de las compañías en materia de sostenibilidad, específicamente en las dimensiones económica, social y ambiental, hecho que confirma que, en la Casita Roja, lo bueno se multiplica.