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Otros 33 municipios de Colombia bloquearon transmisión de la enfermedad de Chagas

Foto: Radio Santa Fe CM

Una comisión de expertos de la OPS conceptuó que estas poblaciones interrumpieron la transmisión de esta enfermedad por causa del insecto conocido como pito.

Colombia cuenta desde viernes con 66 municipios certificados mundialmente por interrumpir la transmisión vectorial de la enfermedad de Chagas, un gran avance de los gobiernos municipales, departamentales y nacional, para seguir proporcionando mejores condiciones de salud y equidad a los ciudadanos.

La certificación le fue otorgada al país luego de que una comisión de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) evaluó, desde el pasado 23 de septiembre y hasta este viernes, las acciones que las Secretarías y el Ministerio de Salud y Protección Social realizaron desde 2017 en 34 municipios de Santander, Boyacá, Casanare, Arauca, Norte de Santander y Vichada, para impedir la transmisión de esta peligrosa enfermedad a través del insecto conocido como pito.

En 2014 y 2017 otros 33 municipios de Santander, Boyacá, Cundinamarca, Arauca y Casanare recibieron esa certificación de la OPS, luego de que desde 2009 el país empezó a implementar este Plan de Interrupción. Para 2022 la meta es que haya 106 localidades que cuenten con ese aval.

La certificación internacional garantiza que en esos municipios se redujo el nivel de riesgo de contraer esta enfermedad, que hace parte de los eventos olvidados, silenciosos e invisibles. Es causada por la infección del parásito Trypanosoma cruzi, que se transmite principalmente por el contacto con la materia fecal de pitos infectados.

Según estudios, 30 por ciento de quienes se infectan desarrollan la enfermedad; las afectaciones más comunes son las del corazón y en menor proporción, las del aparato digestivo, especialmente en el colon o en el esófago. Puede llegar a ser mortal.

La comisión verificadora de la OPS visitó municipios como Arauca (Arauca), El Zulia (Norte de Santander) y Yopal, Pore, Nunchía y Sabanalarga (Casanare) -la muestra seleccionada-, para verificar las condiciones de interrupción de transmisión de la enfermedad: realizó entrevistas con ciudadanos, revisó condiciones de infraestructura, recopiló informes de las autoridades salud y empezó a analizar los resultados de las acciones gubernamentales, evaluación que culminó este viernes en Bogotá.

Héctor Cotto, asesor de OPS/OMS y líder de la comisión, aseguró que en las visitas a los territorios y en los análisis de los informes se evidenció que el país y los municipios hicieron un gran esfuerzo por bloquear los riesgos de infección de la enfermedad de Chagas, que se reflejan en la consecución del objetivo.

«Colombia se ha consolidado en la implementación del Plan de Interrupción. Los informes del país tienen una gran envergadura, pues las intervenciones se hicieron en un gran número de poblaciones y personas y hay grandes progresos, que igual implican grandes compromisos y sabemos que Colombia los enfrentará y superará trabajando de forma intersectorial. Han cumplido plenamente con el objetivo», manifestó Cotto.

El Plan de Interrupción y su verificación es el mejor camino para la reducción de la incidencia de esta enfermedad en áreas endémicas en, al menos, un 95 por ciento de casos y así eliminarla como problema de salud pública por la transmisión vía insecto. Con esta estrategia se benefician en Colombia unas 686 mil personas de los 67 municipios intervenidos hasta ahora, de las cuales 43 por ciento son menores de 15 años.

El país, gracias al Plan de Interrupción, redujo la letalidad de la enfermedad de Chagas, por ejemplo, en 48 por ciento entre 2017 y 2019. Igualmente, dentro de él se diseñaron e implementaron las acciones para obtener la certificación internacional, que articula las competencias de la nación, los departamentos y los municipios, y se incrementó la atención clínica integral de casos crónicos y tamizajes en gestantes.

También se desarrollaron dispositivos para el control de los pitos, monitoreo de la presencia de este insecto y divulgación de información sobre el riesgo de la enfermedad.

«Este plan de interrupción y certificación aporta a la reducción de inequidades, pues permite realizar atenciones colectivas y articularlas con las individuales, especialmente en zonas rurales de difícil acceso. Igualmente permite el fortalecimiento de la gobernanza territorial, pues es liderado por los departamentos y gobernaciones, con la articulación del Ministerio, que los apoya y acompaña con el Instituto Nacional de Salud», concluyó Juan Pablo Uribe Restrepo, ministro de Salud y Protección Social

En Colombia

La enfermedad de Chagas está relacionada especialmente con las poblaciones en situación de pobreza del área rural. Colombia es considerado endémico, por las diversas formas de transmisión; se consideran como zonas de riesgo los Llanos Orientales, el valle del río Magdalena, Boyacá, los Santanderes, la Serranía del Perijá, la Sierra Nevada de Santa Marta, la Amazonia y la Costa Atlántica.

En Colombia, estima la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay unos 4,8 millones de personas en riesgo de infección; de estas, 438.000 están enfermas y se estima la aparición de 5.274 nuevos casos todos los años. Las cifras de cardiopatía chagásica en el país (la más severa) alcanzan los 131.388 casos. La letalidad entre 2008 y 2012 fue 12,5 por ciento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el Chagas afecta más de 6 millones de personas en el mundo, la mayoría en Latinoamérica.

Los municipios certificados

Norte de Santander: Santiago, El Zulia y San Cayetano.

Santander: Ocamonte, Charalá, Jesús María, Guavatá, Macaravita, San Miguel, Capitanejo, San José de Miranda y Molagavita.

Casanare: Sabanalarga, Chámeza, Recetor, Sácama y La Salina.

Arauca: Arauca.

Boyacá: Sutatenza, Garagoa, Chinavita, Miraflores, Zetaquirá, Pajarito, Socotá, Guacamayas, Panqueva, El Espino, San Mateo, Paya y Labranzagrande.

Vichada: Santa Rosalía y La Primavera.