Opinión

Apuntes chilenos…

por Mauricio Botero Caicedo
En días pasados el escritor y analista político Sergio Muñoz Riveros escribió un sesudo artículo del cuál puede ser oportuno trascribir algunos apartes:
“Junto con ponernos metas altas para cambiar lo que debe ser cambiado, debemos proteger lo que merece ser conservado. En otras palabras, soñar con un mundo mejor, pero no ceder a la ensoñación. Debemos ir más lejos, pero no a cualquier lado.

Los países no parten de cero; existen la herencia y la acumulación. Eso quiere decir que Chile tiene la posibilidad de ser mejor, pero también peor, incluso mucho peor. Para tener una sociedad más justa, es indispensable asegurar la vigencia del Estado de Derecho, proteger la paz y rechazar absolutamente la violencia. Solo la democracia permite que se exprese la diversidad cultural, política, religiosa y filosófica de la sociedad, y crea las condiciones para el respeto de los derechos humanos. Se trata de un pacto de vida civilizada en cuyo corazón está la reivindicación de la libertad, pero que solo puede sostenerse si los ciudadanos reconocemos que tenemos derechos pero también deberes. Hemos comprobado que la democracia nunca está enteramente a salvo. Puede debilitarse de muchas maneras, entre ellas por la exacerbación del incivismo y la demagogia. La crisis desatada el viernes 18 de octubre dejó de manifiesto que hay grupos que simplemente desprecian los fundamentos de la democracia y están dispuestos a usar cualquier método para socavarla. Decir que se trata de sectores minoritarios es, a estas alturas, una muestra de ingenuidad. Minoritarios y todo, tales grupos probaron tener un inmenso poder destructivo, y hay que tomarlos en serio. Así como dañaron gravemente la red del Metro, pueden atacar otros servicios vitales, y sería imperdonable que no estuvieran alertas quienes encabezan el sistema de protección de la seguridad interior del Estado. Hemos visto el despliegue de la estrategia de “guerra social” que impulsan las corrientes anarquistas y ultraizquierdistas: allí está como evidencia la inmensa destrucción de bienes públicos y privados en Santiago, Valparaíso, Concepción y otras ciudades. El alcalde de Santiago cuantifica los daños en la comuna en 3.000 millones de pesos, que el municipio no tiene…
Por años, el PC (Partido Comunista) ha tratado de demostrar que Chile debió ir por otro camino al término de la dictadura. ¿Cuál era ese otro camino? Puede deducirse de los férreos vínculos que ese partido mantiene con los regímenes de Cuba y Venezuela. La decisión del PC de apoyar la acusación constitucional contra el Presidente Piñera, que partió como iniciativa de la diputada Pamela Jiles y luego comprometió al Frente Amplio, deja en evidencia los verdaderos fines que mueven a esa parte de la izquierda que, excitada con el clima de insurgencia, trata de pescar a río revuelto. Sus líderes, en todo caso, están sacando mal las cuentas. Al tratar de “agudizar las contradicciones”, están abonando el terreno a los autoritarios de derecha. ¿Cómo luchar por la injusticia sin generar nuevas injusticias? Tal pregunta no se les pasa por la cabeza a muchos atizadores del fuego que viven confortablemente, por ejemplo los actores de TV, cantantes y figuras del espectáculo que parecen vivir la embriaguez estética de la revolución que se acerca. Usan el lenguaje desaprensivamente para probar que están a la vanguardia de la sensibilidad social, pero no se dan cuenta de lo que puede pasarle a Chile si cunde la inconciencia política. En un video que está en YouTube, la actriz Ana María Gazmuri dijo: «Claro que hay vandalismo, porque hay descontento”, y el actor Daniel Muñoz agregó que la rabia viene desde los gobiernos de la Concertación. Esperemos que el vandalismo y la rabia pasen lejos de sus casas.”
Las reflexiones de Muñoz Riveros son oportunas porque no existe la menos duda que entre los manifestantes del próximo 21 de Noviembre hay muchos que pretenden repetir en Colombia lo que algunos hicieron en Chile. Es decir, la “Guerra Social”. Tambien en Colombia tenemos imbéciles de la farándula justificando el paro.
Debemos estar los colomianos de bien alertas: ¡Soldado avisado, no muere en guerra!