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Heladas siguen causando problemas a agricultores y productores de leche

Mientras que el clima seco aviva los temores de incendios en las regiones costeras, los agricultores en las zonas de altitud de Colombia están luchando contra las heladas que en las madrugadas destruyen los pastos y cultivos.

Las heladas son causadas por inversiones térmicas, incluido el enfriamiento rápido del suelo en noches despejadas, dijo Yolanda González, directora del Instituto Colombiano de Meteorología – IDEAM.

“En este mes hemos tenido muchos días continuos con baja nubosidad, altas temperaturas y escasa precipitaciones que favorecen los descensos continuos”, explicó.

La funcionaria afirmó que se han registrado bajas temperaturas en departamentos como Cundinamarca, Santander y Boyacá, en donde la temperatura ha descendido a menos cuatro grados centígrados bajo cero.

El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Lozano, dijo que los períodos secos prolongados están relacionados con el cambio climático.

“Nosotros en el trópico tenemos esa gran consecuencia del calentamiento global que tiene que ver con incremento de esa intensidad, de largos periodos secos o de largos periodos húmedos”, explicó.

En Boyacá, las heladas han afectado a los productores de leche cuyas vacas se alimentan de pasto arruinado por las bajas temperaturas.

“Entonces sale el sol, quema el pasto, nos quedamos sin pasto para los animales, empiezan aguantar hambre, la calidad y cantidad de la leche disminuyen”, dijo la campesina Marta Galeano, de 57 años.

Galeano, quien trabaja con su esposo Carlos Salazar, de 59 años, aseguró que la producción de leche de sus 22 vacas se redujo en un 30% en lo que va del año debido a la caída en la calidad del pasto.

La menor producción de leche y la necesidad de complementar los alimentos de las vacas con maíz, aumentó los gastos, aseguró Galeano.

Ante el clima helado, la mujer hace lo que puede para calentar la maquinaria lechera y mantener el ganado cómodo.

“Nos toca”, dijo soplando sobre los tubos de metal de la estación de ordeño y frotándolos entre sus manos. “Puro calor humano”. Reuters