De acuerdo con un informe que fue solicitado por el concejal Rolando González, y que no había sido revelado por la Secretaría de Educación, se reportaron 9.790 casos, aumentando en más de un 35% con respecto a 2018, año en el que se habían registrado 7300 reportes.

Al ponerle la lupa a este fenómeno, el Cabildante pudo evidenciar que el 77% de las presuntas agresiones provienen de personas externas al establecimiento educativo. Es decir, de amigos, vecinos y en muchas ocasiones de los mismos padres u otros familiares. El 20% son por parte de otros estudiantes y el 3% restante de los docentes.

Los tipos de violencia que más preocupan de acuerdo con la investigación son:

1.Negligencia: Falta de atención de los adultos a sus hijos
2.Cuando no le dan los implementos de estudio o llegan al colegio en mal estado
3.Cuando van sin alimentarse
4.Cuando se convocan los padres y no asisten al plantel
5.Cuando no pasan por los niños a la salida de clases
2.Violencia sexual
3.Violencia física
Para el Concejal González “hace falta fortalecer las estrategias que permitan prevenir que nuestros niños, niñas y adolescentes sean víctimas de cualquier tipo de agresión o violencia. Se deben trabajar estos temas no solo en el entorno académico, si no también en su entorno familiar”.

Del total de reportes, gran parte ocurrieron en el interior de los establecimientos educativos con 3.200 casos y la población más vulnerable, está entre los 12 y 15 años de edad con 1.208 situaciones de violencia.

“Los estudiantes deben aprender a identificar cualquier tipo de conducta violenta hacia ellos y los docentes junto con los padres de familia, deben estar alertas para reportar o denunciar cualquier agresión”, manifestó el Concejal.