Bogotá

Bogotá pide con urgencia un nuevo sistema de salud

Foto Radio Santa Fe/CM

En el primer año del Plan de Desarrollo, los esfuerzos de la alcaldesa se centrarán en la contención y mitigación de la pandemia; durante los 3 años restantes, el objetivo será reactivar social y económicamente a Bogotá. También le apostará a mejorar el sistema de salud a través del modelo de Atención Primaria en Salud.

Con ello buscará reducir la mortalidad infantil en menores de 5 años, la mortalidad materna, las muertes por enfermedades crónicas no transmisibles en personas de 30 a 69 años, así como disminuir el embarazo adolescente en menores de 14 años y jóvenes entre 15 y 19 años. En cuanto a infraestructura, se construirán 2 hospitales nuevos, se dotarán y construirán 6 Centros de Atención Prioritaria en Salud (CAPS) y se ampliarán 3 hospitales ya existentes.

Uno de los mayores retos no es la cobertura, sino la equidad. Por ejemplo, es común que personas con más recursos económicos -cuyas necesidades de salud suelen ser menores- consuman más los servicios, mientras que aquellos con medios escasos y más enfermedades, los utilizan menos. Sumado a ello, el gasto de bolsillo de la población vulnerable genera mayor pobreza, al obligarles a asumir altos gastos en salud en enfermedades que pudieron prevenirse y/o ser tratadas a tiempo.

Pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que con acciones de prevención y promoción se puede prevenir hasta el 70% de la carga de morbilidad, es muy baja la inversión en este componente. Mientras que en otros países es del 2% o 3% del presupuesto en salud, en Colombia es apenas del 0,06%. No solo se trata de inyectar recursos, sino de un cambio del paradigma biomédico (individualista y centrado en la enfermedad) hacia un enfoque de promoción de salud y prevención de enfermedades que, a corto, mediano y largo plazo, demandan atención de los niveles 2 y 3 de complejidad, lo que se traduce en mayores costos y demanda de recursos físicos, humanos y económicos.

Está demostrado que los sistemas de salud basados en la Atención Primaria en Salud (APS) logran mejores resultados y mayor eficiencia, además de ser más costo-efectivos. Pero no se trata de una estrategia aislada para determinada población y/o algunos problemas prevalentes de salud, sino de una reorganización del sistema de salud, en donde exista un equilibrio y articulación entre la atención primaria y la atención especializada y se mejore la calidad de vida de las personas, lo que exige la acción de distintos sectores: educación, trabajo, vivienda, ambiente, movilidad, entre otros.

La APS debe ser el primer nivel de contacto de los individuos, las familias y las comunidades con el sistema de salud, acercando la atención sanitaria al máximo posible al lugar donde las personas viven, estudian o trabajan. No solo es la puerta de entrada al sistema de salud, sino el lugar donde deberían resolverse gran parte de los problemas de la población.

En definitiva, para que el modelo de salud del Distrito sea eficiente, se requiere: i). incluir la prevención, atención primaria, secundaria, terciaria y paliativa con sistemas de referencia y contra referencia entre los distintos niveles de complejidad e incluso a otros servicios sociales del Distrito, ii). educar y empoderar a individuos y comunidades para que tengan mayor control sobre su propia salud mediante intervenciones que generen cambios en estilos de vida (alimentación, actividad física, consumo de drogas lícitas e ilícitas, comportamientos sexuales, entre otros). A continuación algunas propuestas concretas que hace el concejal Armando Gutiérrez para el nuevo modelo de salud.

Finalmente, el concejal expresó que no se puede olvidar la salud mental y que “se debe promover durante todo el ciclo vital para evitar trastornos mentales en la adultez y vejez; se requieren centros de salud mental para atención psicosocial con equipos de médico, psicólogo, trabajador social, psicoterapeutas y enfermeros; todo el personal de salud debería estar capacitado para detección temprana de factores de riesgo para así hacer una adecuada remisión al sector salud u otros sectores; y se deben implementar protocolos y guías clínicas para la articulación del sector salud y sector educación para casos de violencias, conducta suicida, trastornos de conducta alimentaria y consumo de SPA y problemas más prevalente en niños, niñas y adolescentes”.