Es indiscutible la necesidad de una figura de gobernanza regional que le permita a los municipios de Cundinamarca y Bogotá planear y gestionar de manera conjunta, el ordenamiento territorial, la protección de la Estructura Ecológica Principal, la decisión de ubicación de viviendas y equipamientos, decisiones de abastecimiento, de movilidad regional y de desarrollo social y económico.
Los habitantes de Bogotá y Cundinamarca llevamos 20 años pensando y practicando diferentes mecanismos de coordinación regional como el Comité de Integración Territorial, la mesa de planificación Bogotá Cundinamarca, la RAPE, entre otros; y es el momento para que aprovechemos esos aprendizajes y definamos una estructura administrativa de planeación y gestión regional que formalice las decisiones que de manera espontánea pueden tomar y han venido tomando los mandatarios territoriales.
Cursa en el Congreso un proyecto de Acto Legislativo para reformar la Constitución en dirección a modificar el artículo 325 de la Constitución que permita integrar en una Región Metropolitana al Departamento de Cundinamarca, el Distrito Capital y a los municipios que deseen ingresar a esta institucionalidad. Esto es, que puedan participar no solo los municipios circunvecinos sino aquellos cuyas relaciones funcionales con el Distrito así lo ameriten, manteniendo en cualquier caso su autonomía, prohibiendo taxativamente cualquier posibilidad de anexión. Esta propuesta, además, fue planteada en los programas de gobierno y ahora está contenida en los Planes de Desarrollo de Bogotá y de Cundinamarca.
El texto del Acto Legislativo recoge los principales acuerdos políticos a los cuales hemos llegado Bogotá y Cundinamarca en estos cinco meses de trabajo conjunto y genera tranquilidad a los municipios y demás actores involucrados. Nunca se había avanzado tanto en este proceso, que ya ha superado 6 de los 8 debates requeridos en el Congreso de Colombia. Para Bogotá, es motivo de orgullo que el trámite de esta iniciativa haya surgido de una construcción política colectiva, que reconoce las autonomías y que da un claro mensaje de que es mejor avanzar unidos, como iguales, que continuar separados.
Por eso, agradecemos a los legisladores que sin distingo político y con todo el rigor
técnico y jurídico han acompañado el Acto Legislativo en curso y auguramos un resultado positivo en los últimos dos debates.
Finalmente, y en conclusión, Bogotá en su Plan de Desarrollo adoptado en su artículo 73 identifica unos proyectos conjuntos con Cundinamarca y avanza en responder de manera regional al fallo de saneamiento del río Bogotá, creando con los 46 municipios de la cuenca la Mesa Regional de Armonización de los POT regional, con lo cual la construcción del POT de la ciudad estará articulado a la región. Este Plan de Desarrollo recién aprobado considera la movilidad como un sistema regional, multimodal, acorde con las realidades demográficas actuales, y viabiliza en su artículo 72 la creación de una autoridad regional de transporte.
Los anteriores son ejemplos de esa integración y planificación regional que en la práctica estamos adelantando y que se fortalecerá con la aprobación de una institucionalidad regional como la Región Metropolitana. Es necesaria, es oportuna y nos va a permitir alcanzar de manera más rápida y mejor los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
