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Amenazan a lideresa del municipio El Salado cuando se encontraba en plena entrevista


Mientras se encontraba dando una entrevista para radiosantafe.com, la lideresa Dioselina Torres recibió una amenaza de muerte por parte de un grupo al margen de la ley, advirtiéndole que había un grupo de paramilitares listo para silenciarla, precisamente 48 horas después de que se conocieran varios panfletos intimidatorios por parte de supuestos integrantes de un grupo armado organizado de la región.

La Lideresa es una de las víctimas que sobrevivió a los horrores del ataque de por le menos 450 paramilitares del Bloque Norte de las denominadas Autodefensas Unidas de Colombia, quienes en su ejecución participaron hombres como Jhon Jairo Esquivel (alias el Tigre), Jaime Delgado alias “el Gallo”, Rodrigo Alfonso Mercado Peluffo alias “Cadena”, y Uber Enrique Bánquez Martínez alias “Juancho Dique.

Cuando adelantaba su relato Dioselina explicaba que el panorama que estaban viviendo sus habitantes y sus líderes era bastante desolador por no decir que aterrador y justo en ese momento denunció que estaba recibiendo un mensaje en el que le advertían que tenía hacer silencio y que no volviera a abrir la boca.

“Ahora mismo que estoy hablando con ustedes me acaba de llegar un mensaje de texto amenazante, no se alcanzan a imaginar con la angustia que estamos viviendo, con tanta seguridad que supuestamente tiene esta comunidad, cómo es posible que sigan llegando mensajes de texto, cómo es posible que este Gobierno no haya capturado a esa gente que nos está quitando la tranquilidad”, explicaba la lideresa mientras que se sumergía en el llanto y la angustia.
Al preguntársele de dónde venían esas amenazas y quiénes podrían estar detrás de esas amenazas, alcanzó a decir que se trataba de un mensaje de texto y que tenía que salir a la estación de Policía, que está una cuadra de su vivienda y ahí es cuando se interrumpe la comunicación.

“Es un mensaje de texto que dice que no abra la boca, que todas las ratas se van a morir, que en El Salado creen que no van a entrar grupos paramilitares y que el día que menos piensen van a ingresar y van a acabar con todo…disculpen si no puedo seguir en la entrevista, el Gobierno nos tiene abandonados, por qué no han capturado a esa personas” describía desconsolada doña Dioselina, una mujer que sobrevivió hace 20 años a la masacre donde fueron asesinados varios de sus familiares y quien hoy día vive con su padre, un tío y un hermano.

El Salado, desde que fue fundada en 1812 se mostraba como una localidad próspera, dedicada al cultivo del tabaco, pero 208 años después, justo un 16 de febrero de 2.000 más de 450 paramilitares ingresaron al casco urbano y acabaron con la tranquilidad de sus habitantes.

Y como todo el país lo sabe y de acuerdo con una investigación adelantada por el Centro Nacional de Memoria Histórica a la que se le denominó “La masacre de El Salado, esa guerra no era nuestra” y cuya relatoría estuvo a cargo de Andrés Fernando Suárez, en el año de 2.009, la atroz masacre que duró casi una semana, fue planeada en la finca El Avión, jurisdicción del municipio de Sabanas de San Ángel en el departamento de Magdalena, por los jefes paramilitares del Bloque Norte Salvatore Mancuso y Rodrigo Tovar Pupo, alias «Jorge 40», así como por John Henao, alias «H2», delegado de Carlos Castaño, quienes también la coordinaron.

Una vez conocidas estas amenazas contra la integridad de la señora Dioselina Torres en plena entrevista con la emisora, la denuncia de la lideresa fue puesta en conocimiento del Vice Defensor del Pueblo Luís Andrés Fajardo, quien 24 horas antes había estado con ella en su propia casa en el Salado escuchando las versiones de los habitantes de este municipio que se encuentra a 18 kilómetros del Carmen de Bolívar en los Montes de María, por lo que se comprometió a alertar a los organismos de seguridad para que le garanticen su integridad.

Por Carlos Martínez