Opinión

INTEGRACIÓN REGIONAL, CULTURA Y EDUCACIÓN

Por: Diego Calle Pérez.

¿Cómo se puede gestionar una integración entre municipios de una misma subregión? Dejando los egos entre los alcaldes de turno. Olvidando protagonismos y tratando de priorizar asuntos tan sensibles como la infraestructura física de hospitales, escuelas y casas de cultura.

Generar una comunicación fluida, utilizando los medios que hacen más rápida la información entre la ciudadanía. La radio, la televisión, los canales locales en cada municipio, ayudan a multiplicar los programas y proyectos que se van incorporando, no solo a lo local, apuntar a los municipios vecinos, a los convenios intermunicipales y a los enlaces entre alcaldes y gobernador.

La indiferencia que se está ocultando tras la pandemia parece que estuviera atrasando la dinámica económica local. La sumatoria de temas que se pueden gestionar entre varios municipios hace que las subregiones tengan prioridades en el plan de desarrollo departamental y nacional. No se puede seguir esperando que un alcalde, gestione recursos para el hospital, no pasando por la gobernación y desplazándose hasta Bogotá. El centralismo sigue atrasando las gobernaciones y los planes de desarrollo municipal.

La población que comparten, 5 a 7 municipios, podría sumar unos 36 mil habitantes, de estos, un porcentaje no menos de 4.600 están cursando entre primaria y bachillerato, hay una población promedio de 752 estudiantes en universidades, programas técnicos y tecnológicos en los diferentes municipios. Sin tener presente, los que se han desplazado, a capitales a continuar sus estudios universitarios.

¿Qué papel juegan los factores no económicos en esta nueva etapa de la integración? Esos factores son la educación y la cultura. Tan fundamentales en el desarrollo productivo de lo local, de lo departamental y lo nacional. La cultura, esa que muchos no tienen presente en los planes de desarrollo municipal, es quizás la forma de empaquetarla en la economía naranja. La educación, está sufriendo unos cambios de paradigmas sociales, nunca vistos en los meses que se ha desatado con más contagio el coronavirus, solo una gestión entre los alcaldes puede tener efecto en los dos años venideros y unos meses antes de la nueva campaña electoral, que seguramente será virtual y no de casa en casa, como ha sido la costumbre para integrar lo regional.