El director del circuito profesional de golf de Estados Unidos aplaudió la decisión de Tiger Woods de tomar un descanso tras el escándalo en su vida privada, pero restó importancia a los temores de que el deporte pueda verse afectado por su ausencia.
El comisario del PGA, Tim Finchem, calificó de exagerados los comentarios que sugerían que el circuito podría perder muchos patrocinadores y ver sus audiencias de televisión caer un 50 por ciento o más sin la presencia del número uno del mundo.
Woods, de 33 años, admitió la semana pasada infidelidad en su matrimonio con la sueca Elin Nordegren cuando alegatos de múltiples relaciones extramaritales sacudían su vida y su carrera.
El ícono del golf, el primer atleta del mundo con un patrimonio mayor a los 1.000 millones de dólares, dijo que se tomaría un descanso indefinido del deporte para tratar de salvar su matrimonio.
«No estoy diciendo que crea que todo está bien», dijo Finchem a periodistas en una teleconferencia. «Estamos en una economía en crisis, es más difícil y que el número uno de nuestro deporte no esté jugando no es positivo y sí afecta las audiencias televisivas».
Pero añadió: «Vamos a tener éxito en 2010 tanto si Tiger está fuera durante un par de meses, ocho meses o un año».
En 2008, el circuito de la PGA tuvo un ingreso de 773 millones de dólares por televisión y torneos, y 208 millones de dólares por negocios secundarios incluyendo páginas en internet, licencias y producciones, de acuerdo a su reporte anual.
«No van a ser los mismos niveles sin nuestro mejor jugador (…) pero hay que alejar el pesimismo», manifestó el directivo.
Finchem señaló que el 2010 tiene la misma cantidad de torneos que el 2008. También indicó que no había hablado con Woods desde que se dio a conocer el escándalo sobre su vida privada y que no sabía el momento en que el golfista volvería a jugar.
Algunos reportes de medios estadounidenses, incluyendo a ABC News y People Magazine, indicaban que la esposa de Woods, Elin, planeaba dejarlo y pedir el divorcio, aunque ella no ha anunciado esto públicamente.
Finchem dijo que el mundo del golf se las arregló lo suficientemente bien en 2008 y a inicios de este año cuando su estrella estuvo ocho meses sin jugar para recuperarse de cirugía en una pierna.
Sin embargo, durante ese tiempo las audiencias televisivas de torneos de golf sin Woods cayeron casi un 50 por ciento en comparación a los años en los que sí jugó y la asistencia a los eventos también se vio perjudicada.
