Este miércoles en horas de la tarde el Sumo Pontífice, Benedicto XVI, se despidió de Cuba tras tres días de visita en la isla.

En su despedida, el Papa le pidió al Gobierno cubano no limitar de sus libertades fundamentales a ningún habitante de este país.

Igualmente destacó la necesidad de «cimentar una sociedad de amplios horizontes, renovada y reconciliada» y solicitó «que nadie se vea impedido de sumarse a esta apasionante tarea por la limitación de sus libertades fundamentales».

En su despedida en el aeropuerto de La Habana, en presencia del presidente cubano, Raúl Castro, el Santo Padre anunció: «Cuba sea la casa de todos y para todos los cubanos, donde convivan la justicia y la libertad».

En la finalización de su jornada en La Habana y dando su despedida final, el Papa insistió en que los valores son necesarios para la libertad de los hombres, «el respeto y cultivo de la libertad que late en el corazón de todo hombre es imprescindible para responder adecuadamente a las exigencias fundamentales de su dignidad, y construir así una sociedad en la que cada uno se sienta protagonista indispensable del futuro de su vida, su familia y su patria».

De esta manera como Joseph Ratzinger, concluyó su visita a Cuba después de tres días de visita en la Isla, en los cuales ofició dos misas en la ciudad de Santiago y en La habana, en donde se reunió con el mandatario Raúl Castro y con su hermano el líder socialista Fidel Castro.

Redacción: Paola del Pilar Reyes