–El presidente Juan Manuel Santos declaró a la revista Times que está abierto “a una solución política” al conflicto armado en Colombia, pero advirtió que ese paso solo se dará cuando “las FARC demuestren que pueden sentarse y negociar de buena fe». También señalo que no tiene afán, porque subrayó, “lo peor que podía hacer es tener prisa” y que esperará el momento oportuno para entablar dialogo con ese objetivo.

El presidente Santos señaloó que no debería haber más excusas para postergar la celebración conversaciones de paz, pero reiteró que «no es suficiente» el haber entregado a los 10 uniformados y reafirmó los condicionamientos para una negociación, como es la liberación de todos los secuestrados, no volver a secuestrar, no reclutar más niños, acabar con el terrorismo y el narcotrafico, entre otras cosasw.

«El presidente Santos admitió igualmente que aunque se han dado golpes duros al grupo guerrillero, la guerra no está ganada.

«Seré el primero en reconocer que estamos ganando, pero no hemos ganado todavía», precisó el primer mandatario, quien añadió que las Farc “se centran ahora en actos terroristas para mostrar el país y el mundo que están todavía vivos”, hecho que sin embargo, dijo, “es una demostración de su debilidad».

«Estoy siempre abierto a una solución política siempre que las FARC demuestren que pueden sentarse y negociar de buena fe», señaló Santos. A pesar del gesto del lunes, dijo, «eso no ha ocurrido todavía.»

Según la revista Times, Santos quiere ser el primer presidente colombiano que persuada a las guerrillas a deponer sus fusiles AK- 47.

«Pero lo peor lo que podía hacer,» subrayó, «es tener prisa. Tengo que esperar a que las circunstancias correctas estar presentes, y para eso tengo que ser paciente”.

Según la influyente revista estadounidense, la entrevista — que publica este jueves–, la concedió Santos mientras se desarrollaba el operativo de liberación de los últimos 10 miembros de la fuerza pública secuestrados por las Farc.

Santos por supuesto –subraya Times –estaba emocionado por la noticia de la liberación de rehenes, pero también era consciente de las expectativas poco realistas que podía plantear en relación con un acuerdo de paz a la sangrienta, 48-año-largo conflicto armado en Colombia, el aliado más cercano de Estados Unidos en América del Sur.

También señala la revista que sentarse a negociar con las FARC en este momento, podría potencialmente mostrar a Santos blando o débil frente a sus críticos, incluyendo a su predecesor conservador «fisted de hierro, Alvaro Uribe».

Sin embargo, subraya, también podría terminar siendo costosos para Colombia esperar simplemente a la «desaparición prolongada de las FARC».