Bogotá Bosa

El 70% de los habitantes de Bosa se benefician con proyecto Salud para el buen vivir

El proyecto ‘Salud para el buen vivir’ (antes, ‘Salud a su casa’) hace parte del nuevo modelo de atención en salud de la localidad y su objetivo es mejorar la atención primaria, disminuyendo barreras de acceso y fortaleciendo la acción transectorial, es decir, el trabajo articulado con otras entidades, de acuerdo con Sandra Bocarejo, subgerente asistencial del Hospital Pablo VI de Bosa.

Según Bocarejo, el programa ha alcanzado una cobertura de 120 mil familias, aproximadamente 380 mil personas. «Esta cifra representa cerca del 70% de la población de nuestra localidad», sostiene. De igual manera, ‘Salud para el buen vivir’ ya abarca los tres estratos que existen en Bosa (1, 2 y 3), lo que equivale al 100% de su cobertura geográfica.

Entre otros logros, el programa ha ampliado la cobertura y acelerado los tiempos de respuesta en las prioridades de salud, ha mejorado la articulación del Hospital con otras entidades, ha generado un empoderamiento por parte de la comunidad y ha reducido la morbimortalidad por enfermedades como hipertensión arterial y diabetes en mayores de 45 años y por padecimientos respiratorios en menores de cinco años.

Para llevar los servicios de salud a las familias, la localidad se dividió en 12 territorios y estos, a su vez, en otros 12 microterritorios, cada uno conformado por 800 familias.

La operación del programa está en manos de tres equipos de atención. El primero, de respuesta inicial, hace visitas a los hogares, identifica las necesidades prioritarias y canaliza a los diferentes servicios.

«Este equipo está conformado por dos auxiliares de enfermería, un médico, una enfermera jefe y un gestor comunitario», afirma Rubén Darío Polindara, médico del Hospital Pablo VI de Bosa y líder del territorio cinco.

El segundo grupo ofrece una respuesta complementaria y está conformado por profesionales en diferentes áreas como la psicología, el trabajo social, la ingeniería ambiental, la odontología, entre otras. Según Polindara, esta unidad monta la respuesta prioritaria a las familias que identificó el equipo de respuesta inicial y envía los casos menos graves al tercer grupo, el intramural, que presta servicios ordinarios en el Hospital Pablo VI.

Además del trabajo en salud, el programa también desarrolla estrategias intersectoriales para combatir los determinantes de enfermedades que no dependen directamente del Hospital. «Por ejemplo, si encontramos que el problema respiratorio que aqueja a un niño tiene que ver con fallas en el acueducto, articulamos con ellos para mitigar los riesgos», sostiene Polindara.

Para Sandra Bocarejo, la corresponsabilidad empieza cuando, desde el Hospital, se le enseña a la comunidad que tome en serio su salud. «El programa, más allá del asistencialismo, habla de la promoción de la salud y de la prevención. Nosotros como Hospital también atendemos a la gente sana, para que se mantenga así», expresa.

El acercamiento de los equipos, que ha agilizado la prestación de servicios médicos, ha sido posible gracias a la articulación del Hospital con Participación y servicio al ciudadano y con líderes comunitarios como los presidentes de las juntas de acción comunal y los consejeros zonales que han contribuido al reconocimiento del programa.

«Hacemos abordaje con ellos, les mostramos qué es lo que queremos lograr y ellos nos ayudan a sensibilizar a las personas que están dentro de su territorio», concluye Rubén Darío Polindara.