Opinión

Un par de vagabunderías

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
El columnista de El Tiempo, Saúl Hernández, afirma en su última columna (Nov. 4/14): “En España (donde Santos mendiga aportes a su paz), la pensión máxima del sistema público es de 2.556 euros mensuales, poco más de 6,5 millones de pesos. En Colombia es de 15,4 millones, más del doble, pero centenares de ex magistrados y ex congresistas se quieren pasar la ley por la faja y ganar aún más. Todos creen que esta es su finca y que hasta sus hijos se pueden rumbear las camionetas oficiales que pagamos con nuestro dinero. No hay derecho.”

Lo que no menciona Hernández es que estos ex magistrados y ex congresistas han tenido la cara dura de demandar internacionalmente al estado colombiano argumentando que una pensión de 15,4 millones de pesos no garantiza su mínimo vital. Es decir, que si los contribuyentes no les entregamos 30 millones de pesos la mes, no pueden sobrevivir. Cinismo igual pocas veces se ha visto en la historia! Tampoco menciona que para los funcionarios públicos el carro oficial es para los familiares, y los escoltas son para ayudar a cargar las bolsas de mercado. ¿Cuándo se va a poner fin a estas vagabunderías?
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Según informes de prensa, “Hollman Morris quiere dejar como sucesor en el canal a Fabio Fandiño, el productor general. Con este nombramiento quiere asegurar la continuidad de su línea de trabajo y apoyo para capotear las investigaciones disciplinarias que tiene vivas en la Procuraduría y por presunto detrimento patrimonial en la Contraloría. Sin consultarle a Petro, Morris hizo uso de sus facultades y se le adelantó: logró que la junta directiva dejara encargado de la gerencia a Fandiño, decisión que incomodó al alcalde Petro quien le expresó su inconformidad. Le hizo saber que él es quien escoge al gerente y que le presentara una terna a la Junta directiva. Con este último choque, queda claro que Petro no le brindará ningún apoyo a la candidatura a la alcaldía de Morris, a quien le aconsejó que no se lanzará ya que no le veía mayores posibilidades electorales ante candidatos fuertes como Rafael Pardo, Pacho Santos o Clara López.”
Ahora resulta que los funcionarios públicos no sólo utilizan sus puestos como ‘trampolines’ para llegar a más altas posiciones, sino que pretenden cubrir las vagabunderías que hicieron durante su administración dejando a ‘calachines’ como reemplazo. Bien hace Petro en parar este abuso! Si va a ver una ley que ponga límites a la ‘Puerta Giratoria’ entre los magistrados, debiera haber otra que limite seriamente la utilización de los cargos públicos como ‘trampolines’!