Opinión

La estupidez es para siempre

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
En el diario trascurrir se pregunta uno de manera recurrente ¿de dónde salen los tarugos que ponen en permanente evidencia su majadería, por ejemplo cuando agradecen a los secuestradores cuando devuelven a los rehenes; o declaran públicamente que ‘El país jamás ha estado mejor’.

Pues bien, la respuesta está al alcance de la mano. Según informes de prensa, científicos de las Universidades John Hopkins y Nebraska han demostrado que el virus de la estupidez humana, identificado como el ATCV-1, existe. “Hasta ahora sólo se había encontrado en plantas acuáticas simples, como los estúpidos, unicelulares en su mayoría. Concretamente, el ATCV-1 reduce la capacidad de discernir del cerebro y altera sentidos como la conciencia espacial y la atención. El investigador Robert Yolken explica que la detección del virus en humanos fue fortuita; se produjo en un estudio sobre microbios en la garganta. En un trabajo con un grupo de 92 humanos, los 40 que dieron positivo tenían sobre un 7% de cociente intelectual inferior a los libres del virus.” A diferencia del amor que suele ser pasajero, y de la gripa, que generalmente es inocua; tanto el herpes como la estupidez son para siempre.

Para entender el impacto del ATCV – 1 es pertinente distinguir entre unos sencillos conceptos epidemiológicos. La endemia se refiere a la presencia de casos habituales de una enfermedad en una población concreta. Es posible que en Colombia ya haya endemia del ATCV – 1. La epidemia ocurre cuando una enfermedad afecta a un grupo humano determinado con mayor frecuencia de la esperable en un período de tiempo. Es casi una certeza que entre la ‘mamertos’ el virus de la estupidez se ha convertido en epidemia. Pandemia es cuando una enfermedad ataca a todos los individuos de una región determinada, aunque está sea pequeña. En el caso del ATCV – 1, podríamos hablar de los países miembros del ALBA.

A los portadores del virus ATCV – 1 se les clasifica bajo el rótulo de memopositivos o avispadoresistentes. En Colombia los sectores más afectados por el ATCV – 1 son las cabecillas de los narcoterroristas y las reinas de belleza, todos con un 98% de memopositivos; algunos magistrados, con un índice de contagio del 96%; y las ‘figuritas’ de televisión, con un índice de infección del 65%. En relación al Alcalde Petro y a sus más cercanos colaboradores es necesario que se les examine la laringe para buscar la razón por la que han estado actuando de manera tan torpe durante los últimos tres años.

Entre las herramientas de lucha contra la epidemia ATCV – 1 figuran:
– Prevención del contagio, que pasa por el aislamiento de los memopositivos. Por ejemplo, la creación de un ‘cordón sanitario’ para separar a los peatones de los estudiantes ‘tirapiedras’ de la Pedagógica y la Distrital, portadores por excelencia del virus de la estupidez. Es posible que los estudiantes están adicionalmente infectados con el virus de las ‘vacas locas’
– La vacunación de sujetos sanos, evitando todo contacto con los infectados. Igualmente se debe pensar en ‘protectores auditivos’ contra el virus que se transmite escuchando noticieros.
– Cuarentena masiva de la ‘burrocracia’