Construyamos Familia Opinión

EL ARTE DE EDUCAR A LOS HIJOS

Carlos Fradique Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia
DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA. (29)
Si aprendemos a educar a nuestros hijos desde por lo menos dos años antes de engendrarlos aportaremos seres valiosos a la sociedad y defenderemos el poco de familia que nos queda.

Los progenitores tenemos el deber de crear y criar a nuestros hijos de tal manera que gocen por lo menos de sus derechos fundamentales básicos, adquieran cultura de respeto a los derechos de los demás y aprendan una profesión u oficie que les permita ser buenos hijos, buenos hermanos, buenos padres, buenos esposos y al final buenos ciudadanos.

A los hijos hay que educarlos, formarlos e informarlos o instruirlos. Educar es formar para el respeto de los derechos, para el desempeño de un oficio o rol, orientar para distinguir entre el bien y el mal y optar por el bien, que es lo que beneficia a la sociedad.

FORMAR es un complemento de la educación. Es enseñar a convivir, a socializarse, crear carácter para el útil desempeño del ser humano, crear hábitos de superación y autoaprendizaje.

INFORMAR E INSTRUIR es proporcionar conocimientos, todos los posibles para desarrollar el potencial de cada persona. Es preparar para el éxito en el desempeño de una profesión u oficio. Es el cultivo de la ciencia. Es articular cultura para el éxito y la felicidad.

Pedagogos de todas las orientaciones han ensayado metodologías para lograr la mejor educación. Nosotros somos de la generación del respeto a las ideas de los mayores. Los cultores de la obediencia. Los defensores de la autocensura y del sentimiento de culpa. Quienes infringieron estas normas son tildados de rebeldes o anarquistas. Y saber que estos contestatarios han movido el mundo y la ciencia.

De lo único que estamos convencidos es que el mejor, muchos dicen que el único, método de educar es el ejemplo. Los hijos son copias auténticas de sus progenitores. Si no lo son es porque no han tenido padres. Los hijos hablan el idioma de sus padres, cultivan el mismo acento de voz, caminan semejante, tienen hábitos alimenticios similares. Por supuesto que esa primera educación e ilustración puede verse modificada y mejorada por un buen maestro, un buen mecenas, un personaje modelo para imitar y superar.

Progenitores y maestros deben descubrir los valores agregados de sus hijos, sus potenciales, sus pluses. Es un grave error pretender imponerles aprendizajes de oficios que no armonicen con sus capacidades. Progenitores y maestros deben adecuarse al comportamiento de sus hijos y alumnos. Para nada deben obligar a sus pupilos a que se comporten como adultos.

Progenitores y maestros deben ofrecer una gama amplísima de opciones para cultivar la parte física, mental, espiritual, afectiva y social de sus hijos y alumnos. Descubiertas las capacidades es menester dar todo el apoyo y formación para el lograr el éxito. Todas las personas, hasta las aparentes menos inteligentes, tienen un valor agregado.

Lo mínimo que padres y maestros deben hacer con sus hijos y estudiantes lo resumo en los siguientes ítems, luego de haber sido con grandes defectos padre y maestro durante cerca de 50 años y abuelo durante ya casi diez.

1) Piensen antes de actuar y de hablar. El ejemplo es educación permanente.

2) Minimicen los gritos y las amenazas. Los primeros hacen perder la razón y las segundas casi nunca se pueden cumplir. Unos y otras los hacen quedar en ridículo.

3) Eviten a su mínima expresión la violencia en todas sus formas. La violencia, la fuerza, la dictadura pueden generar frustraciones para toda la vida.

4) El amor, la constancia, la perseverancia, la voluntad de rectificar o corregir generan valores agregados insospechados.

5) Enseñen la superación diaria, el autoaprendizaje, la revisión permanente del conocimiento para mejorarlo.

6) En la enseñanza de un segundo idioma, primero enséñenles a hablar. Como lo hicieron con el español. El profesor no debe empeñarse en hablar y hablar para que le digan que sabe mucho y que es difícil que lo entiendan. Hable con los alumnos, sin reglas, sin gramática, sin más pretensiones que la de poder hablar con sus estudiantes. Después vendrá la escritura y la gramática y la excelencia en el hablar y redactar.

7) No olviden que sus hijos y alumnos pueden estar ocupados durante las 24 horas del día. Ocupación variada y lúdica. Hay que infundir el amor al trabajo.

8) Estas tareas las pueden desempeñar todos los papás aun los más desprotegidos por tener bajos ingresos. Para ayudarlos están la sociedad y el Estado y muchos medios tecnológicos a su alcance. No se desanimen.

A lo anterior agréguenle todo lo posible para hacer que sus hijos y estudiantes los superen en alto grado. ¡Es la mayor satisfacción!

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