Opinión

Un crimen…una calumnia…

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
Hace algunos meses apareció asesinado en Caracas un personaje tenebroso: Robert Serra, un sicario disfrazado de líder juvenil del ‘chavismo’. Para el régimen de Nicolás Maduro, Robert Serra es un héroe caído de la Revolución – una versión venezolana del Ché Guevara – asesinado el año pasado por sicarios bajo las órdenes del ex presidente colombiano Álvaro Uribe en un crimen planeado en Miami.

Pero la verdad es otra. Investigaciones del periodista de “el Nuevo Herald” de Miami, Antonio María Delgado, revelan una realidad muy distinta a la versión oficial. Las circunstancias que rodean el crimen del joven dirigente venezolano son bastante sórdidas. Según relata el periodista, “De acuerdo con documentos policiales obtenidos por el Nuevo Herald y personas cercanas al caso, Robert Serra era un violento homosexual que fue víctima de un crimen pasional, asesinado por su amante y ex guardaespaldas personal, quien decidió matarle porque temía que el diputado terminara haciendo lo mismo con él. Y el agresor, Edwin Torres Camacho, tenía razones para temer que eso sucediera. Según las declaraciones recogidas en el caso, el diputado era el autor intelectual de la muerte de Alexis Barreto, otro ex escolta y amante, a quien ordenó matar porque quería terminar la relación, debido a que el diputado le maltrataba. Torres también quería terminar con la relación y Serra le advirtió que si lo hacía le sucedería lo mismo que a Barreto, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en el Cerro Ávila en julio del 2012, con un tiro en la nuca”.
Agrega el periodista del diario de EE.UU: “Las pesquisas realizadas muestran que Serra y Torres tenían una relación sentimental, al tiempo que otras personas del entorno del diputado corroboraron que él había hecho la amenaza. Serra, que en su momento era considerado como una de las futuras estrellas del chavismo, también era uno de sus dirigentes más polémicos. Su base de poder consistía en sus vínculos con los violentos grupos paramilitares conocidos en Venezuela como colectivos y el denominado Frente Francisco de Miranda, una agrupación conformada en gran medida por jóvenes revolucionarios adoctrinados por Cuba.”
Lo que es indignante es que desde un principio Maduro y Cabello sabían perfectamente de los antecedentes de este vulgar sicario al servicio de la Revolución Bolivariana. Muy probablemente sabían también de los enredos sentimentales de este homosexual. A pesar de ello no tuvieron reato alguno en culpar al ex – presidente Uribe del asesinato de Serra. Que este columnista recuerde, nuestra Cancillería nunca dijo ni múu sobre las calumnias de Maduro y Cabello¡