Opinión

Le supo a cacho

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
Al suizo Sepp Blatter le supo a cacho hacerse reelegir presidente de la FIFA. Le supo a cacho por una razón elemental: porque su reelección era tramposa y por ende apócrifa.

La reelección de Blatter fue tramposa porque utilizo los recursos de la FIFA para comprar adeptos, adeptos que a su vez con su voto afirmativo a favor de Blatter lo que hicieron fue firmar un ‘comprobante’ en la que dejaban testimonio de haber recibido sido manoseados.

La FIFA, sobra decir, es una entidad rica, inmensamente rica: recibe sobre cuatro mil millones de dólares por año, producto principalmente de los derechos de trasmisión. ¿Y qué hace la FIFA con esa fortuna? Pues varias cosas, entre ellas pagar hoteles como el Bauer au Lac en Zurich cuyos cuartos sencillos cuestan la bobadita de 2.500 euros la noche. Todos los ejecutivos de la FIFA arrestados dormían plácidamente en dicho Palacio. También le dan ‘centavos’ a las Federaciones para que hagan en sus respectivos países escuelas y pequeños estadios de futbol. Pero es casi una certeza que parte importante de los recursos que arbitra la FIFA se va es en engordar los bolsillos de los directivos tanto de la entidad como de las Federaciones Nacionales que hacen parte de la institución.

¿Y quién administraba los fondos? Todo parece indicar que el señor Blatter estaba metido hasta el pescuezo en la repartición de dádivas y emolumentos para comprar adhesiones. En la FIFA, el presidente se elige con el voto individual de cada uno de los países miembros, indistintamente sea una isla caribeña con menos de 100.000 habitantes o el Brasil con más de 200 millones de personas. De alguna manera, a precios en ocasiones escandalosos, hay que comprar mucho directivo.

Blatter, quién utilizó fondos que no le pertenecían para hacerse reelegir, hoy goza del desprestigio universal. Y si además se hizo el de la vista gorda para el vulgar despojo que adelantaron sus ejecutivos, como todo parece indicar, es doblemente culpable. Que a Blatter le sepa a cacho la reelección es el precio que debe pagar por haber utilizado para fines electorales el dinero que no le pertenece. ¡Merece, por tramposo, terminar en la cárcel¡

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