Opinión

CONSEJO PARA ALONSO SALAZAR

Diego Calle Pérez Por: Diego Calle Pérez. Profesor e Investigador Social Independiente.
CORTO Y PUNTUAL
Quien se imaginaria que tu libro “No nacimos para semilla” te llevaría a ser alcalde de Medellín y ahora quieras ser candidato otra vez. Te están atacando desde tus mismas palabras como un bumerán. No es porque te quieran hacer mala campaña en Twitter, ni el Facebook.

Estas viviendo lo mismo que hacían en la campaña que iniciaste desde los cuarteles del llamado movimiento Compromiso Ciudadano. Los ataques a tu campaña no son absurdos, son hechos de un contexto que pocos conocen y si lo saben se hacen los que no saben de la historia. Casi nadie sabe que quisiste ser concejal, que todo lo fraguaron desde el comité de propietarios de la corporación donde escribías y hasta presentabas “arriba mi barrio”. Solo faltaba la imagen que refrescara la tradición bipartidista de Medellín al mejor estilo del Frente Nacional.
Los ataques a tu campaña son normales. El ciudadano no se confunde. ALONSO SALAZAR está confundido en cómo moverse en esta campaña donde ya no hay trabajo de base y esa base está buscando otras opciones que desconocieron en su mejor momento. El asunto de tus ofensas no es serio. Se recibe como archivo en el sumario de lo que hacen todas las campañas por perdurar y sembrar flagelamiento utilizando hasta la infancia de tu hija, que en su gran mayoría a esa edad, ni saben en qué barrio se ubican. No es grave, ya que nadie te ataca en la calle, se te ve en las orillas del rio Medellín, preocupado por algo que no solucionaste en tus años de secretario de gobierno, ni como alcalde. Eso es falacia de momento. Eso hace parte de los términos de campaña.
Medellín ha tenido una clase política que trabaja con la base. La misma clase política que gracias a tus estrategias desprestigiaron con palabras como “ratas de alcantarilla”. Se jactaron de que no necesitaban de ellos y hoy buscas tomarte un tinto con ellos.
La ciudad está despertando del soroche que tanto le inyectaste con frases tan lesivas como “no se pierde un peso” y quemaste en juegos pirotécnicos más de dos mil millones de pesos. La vanidad y el derroche no te dejo razonar, no nos importaba si bebías mucho, más no tenias la lucidez de la inspiración para gobernar la ciudad de los combos y pandillas que nos hacías creer que manejabas al mejor estilo del programa “los buenos muchachos” el mismo que se hacía con fondos del estado.
La ciudad debe leer con inventario tus comentarios. Tu hoja de vida sigue siendo muy cotizada para una facultad de periodismo, no brillaste con la altura en noticias RCN, tal vez era un favor por haber entregado tanta publicidad para los medios bogotanos. Te condecoraron en el periódico el Tiempo, todo parece parte del libreto. Nunca fortalecieron el movimiento Compromiso Ciudadano por la ciudad. Se nota estas preocupado, muy susceptible, esa es la misma estrategia que diseñaste y te aprendieron. Te leyeron, te analizaron, eres otro de los tantos candidatos. Ese es mi consejo.