Opinión

¿Seguiremos siendo tan idiotas?

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
La guerrilla de las Farc reveló en las últimas horas que, pese al acuerdo firmado con el gobierno para desactivar o retirar este tipo de artefactos, ha seguido sembrando minas antipersona en el territorio colombiano “como mecanismo de defensa” frente al acoso de las fuerzas militares contra sus campamentos y sus jefes.

Lo que la guerrilla no quiso revelar es que buena parte de esas minas las siembra también alrededor de sus cultivos de coca y amapola y de las zonas donde adelanta minería ilegal.

El narco terrorismo no sólo está dedicado a sembrar minas antipersona, sino que sigue de lleno tres de sus principales actividades empresariales: el narcotráfico, la minería ilegal, y la extorsión. Dicho de otra forma, mientras que en La Habana los cabecillas de los bandidos disfrutan de los paseos en yate acompañados de viandas y bebidas sin límites, sus hombres en Colombia siguen de manera activa cometiendo delitos atroces.

Ayer el Senado tomó la sabía decisión de hundir el artículo de la reforma constitucional para la paz que permite la participación política de los guerrilleros desmovilizados. Según informes de prensa, “El jefe del equipo negociador de las Farc, Iván Márquez, tildó de “mezquindad” la decisión del Congreso de negar el artículo de participación en política para las Farc.” “Es una horrible mezquindad que la plenaria del senado haya negado la posibilidad de que la guerrilla participe en política”, señaló el guerrillero.

Ahora resulta que estos criminales, que nunca han dejado de delinquir y asesinar, califican de ‘mezquindad’ el que no se les deje participar en política. El Senado actuó de forma responsable y en representación de los colombianos de bien. Estamos seguros que el gobierno y los negociadores de la paz van a pedir que a estos ‘angelitos’ se les entreguen las curules que exijan. ¿Hasta cuándo vamos a seguir siendo tan idiotas de acceder sin contemplación alguna las exigencias de los delincuentes?