Construyamos Familia Opinión

EL LENGUAJE PROCAZ, ENEMIGO DE LA PAZ EN LA FAMILIA

Por: Carlos Fradique-Méndez
DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA (148)
Abogado de Familia y para la Familia
Debemos hacer referencia a la necesidad del buen trato, del comportamiento decente, digno entre los habitantes de Colombia, conductas que se deben enseñar en la familia. No olvidemos que la familia es la primera escuela, la primera universidad y que los hijos son el reflejo del comportamiento de sus padres o custodios.

LOS FINES DE LA CONSTITUCIÓN

La Constitución tiene como finalidad organizar una Colombia fundada en el respeto de la dignidad humana, con relaciones familiares que se basan en el respeto recíproco entre todos sus integrantes, con una educación que forme colombianos que respeten los derechos humanos, la paz y la democracia. Y los habitantes del territorio debemos asegurar la convivencia pacífica, decente, sin afrentas y las autoridades deben proteger a todas las personas en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares, frente a sí mismos, a su familia y a la sociedad.

EL LENGUAJE PROCAZ, ENEMIGO DE LA PAZ

DE LO ANTERIOR DEBEMOS CONCLUIR QUE EL LENGUAJE PROCAZ E INJURIOSO, OBSTACULIZA LA PAZ, y de manera muy puntual LA PAZ EN LA FAMILIA, necesidad tan importante en este momento en Colombia. Enseñemos con nuestro ejemplo y practiquemos el respeto en todas nuestras actuaciones.

DEBEMOS EVITAR EL TRATO VULGAR

El trato vulgar, la comunicación ofensiva, la palabra grosera, los gestos desafiantes, la ramplonería en general están prohibidas en el trato entre las personas. Y hasta en los medios de comunicación y el mal llamado arte indecente, insultante, vejatorio. Y por sobre todo no está permitido que se quiera imponer una cultura de patanería, de humillación y deshonra.

Hemos vivido épocas aciagas en el campo político y social que nos han puesto al borde de guerras civiles y han dejado muchos muertos, heridos, despojados, arruinados. En este momento social vivimos una

polarización que permite que los dispares políticos, se traten como enemigos y se desafíen públicamente a la manera de los antiguos duelos a muerte.

Desde este espacio hago, hagamos un pedido respetuoso para que nuestros llamados líderes sociales y políticos dejen el lenguaje vulgar y ofensivo que utilizan para manifestar sus diferencias. La decencia es buen abono para la paz.

EL FALSO DERECHO A REVIRAR CON INSULTOS

El solo hecho de que una persona deba transitar escoltada por decenas de protectores y que se crea con derecho de revirar insultando es prueba de un estado de cosas marcado por gran peligrosidad. Y lo hacen los personajes privilegiados independientemente del credo o de las ideas políticas que dicen profesar, pero de las que no están interiormente convencidos.

Calificativos tales como asesinos, corruptos, cínicos, criminales, ratas, paramilitares, sanguijuelas, negociadores de favores, vendidos al sistema o a gobiernos extranjeros, abusivos en el ejercicio del poder, gente despreciable, negociantes de la justicia y otros semejantes, caldean los ánimos y dan mal ejemplo para que en la base las personas usen expresiones semejantes para el insulto. Por supuesto que la crítica, el reclamo decente no pueden pasar inadvertidos. Los estudiantes han dejado sus nombres para adoptar apelativos que denigran de la dignidad de la persona y con los que niegan sus valores humanos y su estima. Los apelativos que utilizan son grotescos y atentan contra la dignidad humana. Nada más triste que ver un adolescente con vestimenta grotesca, con lenguaje vulgar, con actitudes indecentes.

LA VIOLENCIA NO DISTINGUE CREENCIAS NI IDEOLOGÍAS

Y este trato violento e injurioso lo vemos en las columnas de los analistas de la extrema derecha y de la extrema izquierda, en los mensajes denigrantes que envían por whatsapp y medios semejantes como Facebook y con esos recados lo que se hace es sembrar el odio, la polarización, la venganza y poner talanqueras al buen desarrollo de Colombia.

Desde la familia y la escuela, eduquemos a nuestros niños y niñas para el trato respetuoso y decente con nuestros semejantes. Comencemos por sembrar la moderación y la conducta de conectar el cerebro antes de poner la lengua, el whatsapp el Facebook a funcionar

Cultivemos la paz, el amor y la concordia en nuestras familias, en nuestra sociedad y en Colombia para tener personas que rindan honor a su cultura de bondad para solucionar con prudencia sus conflictos.

Bogotá, del 28 de agosto al 3 de septiembre de 2017.

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