Opinión

Situación del sector agro colombiano

Por: Luis Eduardo Forero Medina
El ministerio de agricultura y desarrollo rural (MADR) y sus quince entidades adscritas entraron en proceso de reorganización administrativa, para profesionalizar una cartera que se desvió de su misión, al punto de carecer de suficientes y confiables datos para la política agropecuaria que demanda el país.

En tanto que el Dane indica que el sector creció en un 2.6%; el Gobierno lo estima en 5% y la SAC en un 3.8%. En un ministerio débil de músculo financiero, se dedicaron a vincular más de medio millar de contratistas, en lugar de invertirlo en el campo.
Las entidades que acompañan a Agricultura, serán suprimidas, otras fusionadas, o trasladadas a otras sus funciones. El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), será objeto de un profundo cambio y depuración, y que se dedique solamente a sanidad animal y vegetal y la agro exportación. El Ica ocupa el deshonroso puesto 68 (alto) entre 75 entidades, en el ITEP -índice de transparencia de las entidades públicas- y el MADR en la posición 36 (medio). El Banco Agrario de Colombia S.A. (BAC), que supuestamente no pedalea por el campo, probablemente será liquidarlo o transformado. Son ejemplo de la sofocante tramito manía, y no gozan propiamente de amplia favorabilidad dentro del sector; el Ica creado en 1962 y el BAC el 28 de junio de 1999. El BAC, primitivamente llamado Banco de Desarrollo Empresarial S. A., empezó a despachar para prestar el servicio de banca al sector rural. Las demás entidades adscritas o vinculadas al MADR son ADR, ANT,ART, AUNAP,CCI, Comcaja, Corabastos, Agrosavia, Fiduagraria, Finagro, URT, Upra y Vecol. Cantidad considerable de actividades que llevan a cabo estos entes, serán tercerizadas.
Como el gobierno quiere dejar contentos a todos los actores del agro; en sus primeros días el ministro Andrés Valencia Pinzón, está identificando los principales cuellos de botella del sector; tomándole el pulso , auscultando los puntos de dolor de campesinos, empresarios, gremios, etc., y de esta manera de la mano de ellos explorar las salidas. Se habla de una unión conyugal entre desarrollo industrial y pequeños productores. Las metas propuestas en este cuatrienio son las de aumentar la productividad del sector agropecuario, lo que se alcanzaría si las entidades financieras facilitan el acceso de sus productos a los pequeños productores. Otras metas son ser más competitivos, garantizar la seguridad alimentaria y crear más bienes públicos para el campo colombiano; “abriéndole la puerta a la agricultura lícita, laboriosa, empresarial y de largo plazo”, señaló el rector del agro colombiano. En el programa de gobierno con el objetivo de lograr esas metas, Valencia interactúa con otros ministerios y dependencias. Con Hacienda la agenda se concreta entre otros temas en asegurar la provisión de recursos a Finagro por $30.000 millones adicionales, destinados al pago del 80% de la prima del seguro agropecuario. Esas Pólizas permiten evitar cuantiosas pérdidas de cultivos sin asegurar, como consecuencia del clima. Con Hacienda y Energía, por el inminente aumento de la mezcla de los biocombustibles; con Minas y energía sustituyendo los combustibles fósiles que todavía se utilizan en el campo, por energías alternativas. Con Transporte en el desarrollo de vías terciarias; con Salud, a fin de reformar el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), creado hace 24 años; con Trabajo en la generación de más y mejores empleos formales en el campo colombiano, vinculados a la seguridad social, recibiendo todos los beneficios laborales como vacaciones, primas, cesantías; con Comercio, Industria y Turismo, para que los cítricos dulces como la naranja pachuna, lleguen a Estados Unidos. Con la Agencia Nacional de Tierras (ANT), revisar con lupa las solicitudes de formalización de tierras, y el paso de tortuga que llevan, sobre todo en Cundinamarca. En fin, el ministro del agro heredó una agenda repleta de asuntos, entre los que se encuentran la construcción de más centros de acopio y centrales de abastos en todo el país. El crédito agropecuario y la agroindustria, pareciera como estancados, por lo que serán objeto de un impulso. Algunos lecheros como alternativa a los inconvenientes que siguen padeciendo, derraman el fluido biológico que segregan las hembras de los mamíferos. Hay sobreproducción de leche y continúa sin colocarse en mercados extranjeros, por la falta de expedición de un acto administrativo. Los arroceros, el segundo sector más importante de Colombia, reporta varios problemas como el contrabando de Ecuador y Venezuela.
Un aspecto innovador es la introducción de la diplomacia sanitaria que comienza a nombrarse en los más de 30 países y 5 organizaciones internacionales, con los que Colombia tiene vigentes Tratados de Libre Comercio. Los delegados tendrán como función principal no sólo promocionar los productos colombianos en esos países, sino comercializarlos. Con el lanzamiento del sello de agricultura que llevarán los productos agropecuarios que lleguen a otras latitudes, se busca facilidades en su venta a nivel local e internacional. Agricultura está en la onda gubernamental, para que Colombia derrote la pobreza extrema, se genere equidad y el gobierno central esté más cerca de las regiones. En este país el 16% de las viviendas rurales no cuentan con agua potable y alcantarillado, más del 17% están desocupadas y cerca del 20% no están conectados con el servicio de energía, recordó Martha Melo.
@luforero4