Opinión

Océanos, La inmensidad de la naturaleza

Por: Luis Eduardo Forero Medina
Del personaje de la semana se indica que aunque redunda de belleza, riqueza y enorme potencial; “está en estado crítico”, amenazado, degradado, destruido, padece de un mayor estrés; no hay quien se preocupe por su salud, por lo que necesita urgentemente de “un descanso”, dice el Banco Mundial (BM).

Sin los océanos la tierra sería inhabitable para la humanidad; el hombre respiraría difícilmente y millones de pobladores que viven a su alrededor, padecerían hambre. Los océanos suministran proteína a más de 3.000 millones de personas en el mundo, producen la mitad del oxígeno que respiramos, cubren casi las tres cuartas partes de la tierra, albergan el 99% del espacio vital del planeta azul y contienen el 97 por ciento del mismo. Los océanos dan trabajo a más de 200 millones de personas, “particularmente los más pobres”, puntualiza el BM. Los océanos regulan el clima, sirven de almacenamiento del carbono y por ellos en las zonas continentales se genera agua de lluvia.
Durante miles de años lo que pasa en el océano se queda allá. “Los navíos de las potencias marítimas competían por mantener su poder en las aguas mundiales e incluso debajo de estas”, indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Por encima y por debajo de los océanos sucede algo raro; además de ser atacados por fenómenos meteorológicos y climáticos, en mayor proporción por el hombre; por lo que esa Organización “ha hecho sonar las alarmas”; y como nunca antes declaró una “guerra contra el plástico oceánico”. La llamada basura oceánica es de 300 millones de toneladas de plástico que llegan de toda parte del planeta, según el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA). El océano ha tenido que soportar un peso superior al justo, dando paso a la pesca de altura, más allá de las primeras 5 millas; la economía azul oscura, esto es una aprovechamiento caracterizado en sobre explotación. En el Perú hace diez años para evitar la sobre pesca de la anchoveta, el gobierno compensó a los afectados y les facilitó su transición hacia otros sectores de la economía. El desorden de asentamientos presentado algunas veces en la zona costera, ordinariamente en detrimento de la naturaleza, contribuye a agravar la salud de los océanos. También los océanos son dejados a su suerte por los Estados; pues sólo cerca de un 2% de ellos está protegido; según el Informe de Indicadores del BM. Esto dejando de reseñar la piratería oceánica que ha aumentado en todo el mundo. El cambio climático y la acidificación están dentro de la oleada de problemas que pegan a los océanos; lo que significa que “en un abrir y cerrar de ojos en términos geológicos, es decir en los cerca de 150 años transcurridos desde la Revolución Industrial”, el pH promedio en la superficie de los océanos ha descendido. La acidificación de los océanos es tan grave que “puede debilitar una serie de procesos metabólicos de distintos organismos, desde la alimentación hasta la respiración, e incluso la reproducción”, reportó el PNUMA, encargado de proteger los mares y océanos. Invemar recibió en septiembre último un equipo, único de su tipo en Colombia, que genera datos y amplía el conocimiento sobre la acidificación de los océanos en el país.

¿Qué se ha hecho por los océanos? Profundizando el tema se concluye que ha faltado gobernabilidad. En el Objetivo 14 de Desarrollo Sostenible (ODS) se establecen metas específicas a cumplir con miras a conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible. En 2017 la humanidad comenzó a sensibilizarse e interesarse por la suerte oceánica, que atañe a todos, a naciones insulares y países sin litoral. La disyuntiva es ahora o nunca, porque la siguiente parada podría ser un océano apenas con signos vitales. En 2017 por primera vez en la historia, la ONU incluyó la agenda azul, organizando la Conferencia de los Océanos, ecosistemas que se torna verde, rojo, marrón, blanco, todos los colores del arco iris; siempre dependiendo de. En ese mismo año se celebró la primera ‘Cumbre sobre los riesgos de los océanos’. Este año la quinta versión de la Cumbre Mundial del Océano llegó con una Iniciativa Mundial del Océano más amplia y más ambiciosa. Si el mundo continúa aguando el tema de este precioso ecosistema, evaporando su interés; en 2050 las consecuencias apocalípticas han sido suficientemente informadas por los organismos internacionales ambientalistas: habrá más plásticos que peces en los océanos.
Latinoamérica, tiene dos océanos que cuidar. Colombia con 45% del territorio marino, es privilegiada por estar dentro de la veintena de países que tienen dos océanos, el Mar Caribe en el norte y el Océano Pacífico en el occidente. Para el citado banco, “es creciente la tendencia a enfrentar el problema de la contaminación de los océanos tomando en cuenta todos los elementos que hacen un paisaje y cómo afectan los unos a los otros – la calidad del agua, los bosques, el aire y el uso de la tierra”.
“La salud humana está profundamente vinculada a la salud de los océanos”, dijo John Kerry, exsecretario de Estado de los EE.UU., la última semana de septiembre en San Francisco (California).
@luforero4