Opinión

Estaba cantado…

por Mauricio Botero Caicedo
Pocas cosas más cantadas en este país que le iban a poner todo tipo de trabas a la extradición de aprendiz de traqueto, Jesús Santrich. La Corte Constitucional acaba de fallar que es la Justicia Especial de la Paz, la JEP, la que debe realizar las pruebas para determinar si Santrich puede ser extraditado. ¿Y sabe usted, amigo lector, cuando va la JEP terminar de hacer dichas pruebas? El día del Juicio Final…

Según informes de prensa, por lo menos no hubo unanimidad en el fallo de la Corte. “El proyecto de fallo de la Corte Constitucional, que era acogido por otros magistrados del alto tribunal, también decía que la paz, que es un derecho universal, podía verse afectada con una extradición, que podría minar la confianza en el proceso de paz. Pero frente a la propuesta de Lizarazo, algunos magistrados se opusieron, considerando que a su juicio la extradición no afecta los derechos de las víctimas porque la entrega a un país de un exguerrillero no implica que los procesados no tendrán que atender las investigaciones en Colombia, incluso por la vía virtual. Además, otros togados afirmaron que considerar que la extradición de delitos posteriores al acuerdo de paz no puede ser la excepción, porque a su juicio la regla es que esos casos son investigador por la justicia ordinaria, ya que delinquir tras el acuerdo implica un incumplimiento a lo pactado. También ese sector de magistrados consideró que si la Corte decía que la extradición era la excepción en delitos posteriores al acuerdo, eso implicaba desconocer los compromisos de cooperación internacional. Ante ese debate, los magistrados llegaron a un camino intermedio y neutro frente a los desmovilizados que cometan delitos posteriores al acuerdo, y consistió en que el alto tribunal no estableció qué se debe privilegiar, si el juzgamiento en Colombia, o la extradición, sino dejarlo en manos de la Corte Suprema y del Gobierno que tendrán que hacer la ponderación de esos derechos y deberes.”

La verdad, lisa y llana, es que la Corte se ‘arrugó’ con la muy remota posibilidad que se dañaría la paz si extraditaban a Santrich. Para el autor de esta nota, los magistrados pecan de ingenuos por dos razones: las primera es que en Colombia no hay paz. Cuando hay cerca de 7.300 alzados en armas, y cuando el narcotráfico se ha multiplicado por un factor de cuatro a cinco veces, decir que en el país reina la paz es de una ingenuidad rayana en la demencia. La segunda es que el romper las reglas del juego crea unos precedentes funestos. La verdad es que en es país lo único verdaderamente seguro materia de justicia, es que no hay ninguna segurida juridica!