Panorama Nacional

“Cursar el Bachillerato Internacional me hizo ver el mundo con otros ojos”

Así define Ervin Liz la experiencia de cursar este programa a través de UWC, organización que además facilitó su ingreso a una universidad de Estados Unidos de la que se graduó como Economista. Tras casi diez años en el exterior regresó al país y creó una empresa que comercializa y exporta café cultivado en el resguardo indígena de donde es oriundo.

Ervin Liz tiene 26 años, es economista, bilingüe y empresario. Comercializa café especial y orgánico en Bogotá y también lo exporta a Estados Unidos. Diez años atrás apenas balbuceaba frases básicas del inglés y nunca había salido del país. En el 2010 fue uno de los colombianos seleccionados para ir a un Colegio UWC a cursar el Diploma de Bachillerato Internacional en Flekke, Noruega, a miles de millas de Togoima, el resguardo indígena Nasa donde nació y vivía hasta ese momento.

Con todas las precariedades propias de algunas poblaciones rurales como falta de vías carreteables y de energía eléctrica, Ervin, el menor de 5 hermanos, creció en una familia de caficultores que desde siempre lo alentó a soñar en grande. Y así lo hizo.

A los 16 años viajó a Noruega y compartió aula con jóvenes de al menos 80 países distintos, en el Colegio Red Cross Nordic, uno de los 18 que en todo el mundo tiene UWC, (United World Colleges, por sus siglas en inglés), la organización que le otorgó beca plena para cursar el bachillerato internacional. Sin saber hablar inglés, Ervin empezó a interactuar en ese nuevo espacio que lejos de intimidarlo lo atraía y desafiaba. En tres meses logró hablar y escribir en inglés de forma fluida y desde entonces no hubo ninguna otra barrera que le obstaculizara el camino hacia lo que quería lograr: ser economista y crear su propia empresa.

Hoy, además de materializar ambos sueños Ervin suma uno más, recientemente fue designado presidente de UWC en Colombia, un reconocimiento a su esfuerzo y buen desempeño profesional. Nelson Mandela fue presidente honorario de esta organización, a nivel mundial, durante 18 años. “UWC me abrió las puertas a un mejor futuro y representó para mí la posibilidad de ver el mundo con otros ojos. A través de esta organización no solo pude tener la experiencia de cursar dos años de secundaria en un colegio internacional sino también de estudiar Economía en Luther College, en Iowa, Estados Unidos, gracias a las alianzas que tienen con universidades de calidad en todo el momento”, afirma Ervin.

A través de este programa promovido por UWC, en la última década más de 240 colombianos tuvieron la oportunidad de terminar sus estudios secundarios en el exterior, afianzar sus conocimientos en cultura general e incluso aprender nuevos idiomas, Pero además de eso, un 51% de los beneficiados, cursaron una carrera profesional en una universidad de Estados Unidos o Europa. UWC es una organización global sin ánimo lucro creada en la década de los 60, que opera en 18 países en 4 continentes. En Colombia está presente desde 1974.

Ervin por ahora divide su tiempo entre las actividades de UWC y las de su microempresa Colombian Coffee Connection. La materialización de su proyecto de emprendimiento lo llena de orgullo y el plantea muchos retos. Su microempresa opera bajo el modelo de comercio ético directo. Esto significa que el café es comprado a los agricultores de Páez, Cauca, quienes reciben por su cosecha hasta un 12 % más que el precio de mercado. Además de eso, se les reconoce el 10 % de las ganancias.

Un modelo diverso e inclusivo

El modelo creado por UWC para ofrecer este tipo de educación es avalado por el Ministerio de Educación Nacional y actualmente es aceptado por varias universidades públicas y privadas en Colombia. Su enfoque trasciende el ámbito académico al otorgar a los estudiantes herramientas que los empoderan en otros aspectos de la vida. Es decir, los jóvenes asisten a un colegio en modalidad de internado, donde además de las clases tienen que aprender a convivir entre todos y desempeñar tareas y oficios cotidianos de manera organizada para mantener la armonía de esa convivencia.

Asimismo durante los dos años que dura el programa, los estudiantes participan en actividades extracurriculares como jornadas de integración cultural con la comunidad del entorno y el desarrollo de proyectos de emprendimiento e investigación. Este es un valor diferencial que tiene la oferta académica de UWC y que la hace única entre todas las opciones que existen en el mercado educativo para estudiar en el exterior.

Proyecciones

“UWC hace de la educación una fuerza para unir a las personas, naciones y culturas para trabajar por la paz y un futuro sostenible”, afirma Ervin quien además comenta que una de sus metas como presidente de esta organización en Colombia será la de crear un plan de retorno, a partir de alianzas estratégicas, para que los estudiantes colombianos beneficiarios del programa cuenten con un oportunidades de inserción laboral concretas al regresar al país.

De igual forma expresa que también impulsará un proyecto en el que la organización viene trabajando, se trata de la creación del primero colegio UWC en Colombia, que será además pionero en América del Sur en ofrecer este tipo de programas. Se espera que para 2022 el colegio ya esté operando.

Ervin también trabajará para que las oportunidades que brinda la organización sigan llegando a regiones apartadas de los grandes centros urbanos del país. “El modelo educativo de UWC es diverso e inclusivo y la idea es que más jóvenes puedan tener acceso a este tipo de oportunidades, sin importar nivel socioeconómico, lugar de procedencia, religión o etnia”, explica.

Por ello, otra de sus metas es incrementar el número de postulaciones a las convocatorias anuales que tiene la organización. La experiencia ofrecida por este programa trasciende la concepción académica y crea unos vínculos que se mantienen en el tiempo, tanto así que la mayoría de los estudiantes una vez culminan sus estudios continúan participando en actividades de la organización como voluntarios, como receptores de otros alumnos en sus países de origen o incluso como donantes permanentes del programa.