Opinión

Precipitaciones: Si por aquí llueve, por allá no escampa

Por: Luis Eduardo Forero Medina
En todos los Continentes la lluvia que en los últimos tiempos comienza más temprano en muchas partes, arrecia en América Central y el Caribe, donde por el efecto de varios días de lluvias torrenciales, unos cuantos países están sufriendo graves inundaciones; en Europa, España, mantiene doce provincias en alerta por nevadas, lluvias, frío y fuerte oleaje y en Venecia, Italia, el 70% de su casco urbano se inundó el pasado domingo, quedando anegada la simbólica Plaza de San Marcos;

en Oriente próximo, en Siria unas 900,000 personas esperan la asistencia de invierno; en Asia, la lluvia amenaza el futuro de cientos de refugiados rohinyás en Bangladesh, donde llovió tres días continuos a comienzos de julio de este año; en África, las precipitaciones aumentaron en octubre, afectando unas 2,5 millones de personas.
Las precipitaciones en meteorología, incluyen lluvia, llovizna, nieve, aguanieve y granizo. Las lluvias las clasifica el Idiger (El Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático) en ligeras, moderadas, fuertes y muy fuertes. El Idiger presenta en tiempo real imágenes acerca de la situación de precipitaciones en la capital de Colombia. Por su parte, el Ideam presenta los mapas mes a mes sobre el número de días con lluvia promedio, elaborados con la información histórica de los años 1971 al 2000, en 2,800 estaciones meteorológicas dispersas a lo largo y ancho del territorio nacional. Dependiendo del curso que coja, el agua lluvia se infiltra, terminando parte en arroyos, ríos y lagos; corre como flujo sobre la superficie de la tierra, se acumula en las hojas de las plantas o se encharcarca; este último evento es cuando se producen efectos adversos, generalmente por descorrimientos de tierra o inundaciones y erosión. De acuerdo con la FAO (La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la escorrentía además de los resultados adversos que provoca, es “un desperdicio del agua de lluvia que podía haber contribuido a la producción de cultivos y reabastecer las aguas subterráneas”. El agua proveniente de las nubes, el 56% se evapotranspira a través de los bosques o zonas naturales, el 5% se evapotranspira a través de la agricultura de secano y el 39% està disponible para uso humano (riego, industria, municipios) y el medio ambiente. Conforme a la FAO, 24 países en el mundo dependen únicamente del agua dulce generada a partir de la precipitación caída en cada nación. Kuwait, país árabe del Golfo Pérsico (Arábigo), no posee agua dulce generada internamente en el país.
En el punto de “cosecha de agua lluvia” pese a que es milenaria esa costumbre de ahorro y en América Latina y el Caribe, sólo el 10% de la agricultura cuenta con sistemas de riego; la técnica està al debe, en atención a que es difícil su consecución en el comercio de esos equipos tan útiles para esos fines; los que funcionan en zonas áridas y semiáridas en donde las lluvias son escasas y de frecuencia irregular, son unidades elaboradas artesanalmente poco costosas asequibles a los productores rurales de bajos ingresos, que emplean para optimizar la producción de cultivos, árboles y pastizales en secano. El colombiano Ricardo Alba Aldana creó un sistema innovador de recolección de aguas lluvias que “le da la vuelta al mundo”. Soluciones como esa podrían evitar la mortandad de reses en tiempos de escases de agua para la ganadería; salvación de cultivos que languidecen por falta de irrigación; y contrarrestar racionamientos de energía eléctrica por falta de agua.
Aunque la lluvia natural forma parte del ciclo hidrológico, en zonas tropicales y otros territorios su previsión a veces es errada por lo imprevisible y variabilidad del tiempo, ocasionando graves consecuencias cuando se mudan a tormentas, como saldos fatales en vidas humanas, y de animales, destrucción de los medios de vida, carencia de alimentos, inutilización de infraestructura vial y de comunicaciones, desplazamientos. En materia de salud pública, indicaron las autoridades, la temporada de lluvias puede venir acompañada del aumento de enfermedades transmitidas por vectores, por agua y alimentos; aumento en la incidencia de agresiones por animales transmisores de rabia; infecciones respiratorias agudas; alergias respiratorias y rinitis, entre otras. Otros factores, aunque son de carácter algo más lento, agudizan el riesgo a la baja para la inversión y el crecimiento mundiales, son los efectos del cambio climático, indica el Fondo Monetario Internacional.
Las emergencias que temporada tras temporada de lluvias se presentan, los especialistas las atribuyen al supuesto descuido gubernamental al no implementar planes de contingencia en cada municipio, para aminorar el impacto en la salud pública, generado durante esas épocas. De otro lado una adecuada ordenación de bosques y cuencas hidrográficas y construcción de diques, ayudarían a reducir al mínimo los efectos de las inundaciones originadas por las lluvias intensas, puntualiza la FAO. De acuerdo a datos del Banco Mundial el promedio detallado de precipitaciones (mm anuales), sitúa a Colombia en el más alto del mundo, registrando en 2014 un valor de 3.240 mm anuales. Panamá y Costa Rica ocupan el 5º y 6º lugar mundial con mayor precipitación pluvial. Las gotas de lluvia varían desde un tamaño insignificante en la niebla hasta un máximo de seis o siete mm de diámetro.
@luforero4