Opinión

EL TÍO PASCUAL

Por: Diego Calle Pérez
El Tío Pascual, es un autodidacta de tiempo completo, orgulloso de haber terminado su quinto de primaria completo, su niñez y su vida entera la ha vivido en el valle de los osos. Nacido en 1929 con 90 años de edad y con una vitalidad en su pensamiento, orgulloso de ser nacido en Entrerrios, Antioquia, pueblo que se hace célebre por sus paisajes verdes.

El Tío Pascual, ha sido un gran oyente de radio Caracol y no le falta entre su ruana, su carriel y su machete en vaina. Por años fumo pielroja sin filtro y fue de los que se tomo 2 guaros antes de empezar la jornada del día. Operado de corazón abierto hace 6 años cuenta variadas historias como Abelardo Forero Benavidez y Ramón de Zubiria.

El tío Pascual dice que este país es muy conversador, más no conservador, que es más liberal que godo y que muchas de las situaciones del presente son las consecuencias de gobiernos liberales, porque para godos los liberales. El tío Pascual recuerda los días después del bogotazo y no propiamente por haber estado viviendo en Ubaté, ni haber prestado su servicio militar en la finca del general Rojas Pinilla.

El Tío Pascual, narra con detalle los acontecimientos del frente nacional y marca cronológicamente, como buen historiador oral, los hechos y motivos más especiales de cada uno de los presidentes que ocuparon la época que siguió el progreso, término que acuña el tío Pascual, para referirse a la televisión impulsada por el general Rojas Pinilla y que sus nietos no supieron heredar. El Tío Pascual, recuerda con detalle la presidencia de Guillermo León Valencia, cuenta como culebrero de parque de pueblo, lo que desencadeno el poeta que le gustaba cazar animales y sindicalistas.

El Tío Pascual, dice que este país es muy conversador y que son más los años que se ha pasado pactando acuerdos y llegando a desacuerdos que terminan con más gente en el monte. El Tío Pascual, narra cómo filósofo griego, los inicios de la guerrilla de Marulanda y Jacobo Arenas, jocosamente dice que eran tan buenos conversadores como los presidentes del frente nacional, que hacían lo posible por no pasar de la sede presidencial, tomando whisky en los pasillos del Palacio de San Carlos y no asumiendo la responsabilidad de la equidad social que hoy está marchando por las calles de un país que no conoce bien su historia nacional. Esas son algunas de las historias del Tío Pascual.