Opinión

RADIO EN CUARENTENA

Por: Diego Calle Pérez.
La radio siempre será una gran compañía. Radio cultural, deportiva, noticias, música clásica, baladas que llaman plancha, debates políticos, consejos de belleza, tardes de fútbol, tardes bailables, noches de boleros, voces mensajes para secuestrados, entrevistas a personajes de la fama nacional e internacional como diría Hassam, publicidad para ungüentos, cremas de belleza, celulares, lavadoras, jabones, cigarrillos, café sello rojo en navidad.

La radio, modificada en la cabina sonora y estructurada en nuevas aplicaciones facebook, enlaces internet, página web, se extiende mucho más por las distintas elecciones de quién busque la noticia, seleccione el programa musical, la lectura de la semana, la entrevista del día, las opiniones de los oyentes o simplemente quiera escuchar, lo que se tiene programado para el día y hora que entras a privilegiar de la emisora de tu frecuencia predilecta.

La radio, tiene historia, siendo de las más ricas en bibliografía, en documentación digitada y radicada en notas y en anécdotas de transmisión, desde erase una vez, en el móvil, en la vuelta a Colombia en bicicleta, con tantas glorias, el deporte más querido por muchos aficionados. Nada comparable, el grito de gol, de algunos locutores especializados en la narración del balompié. Descripciones de anatomía humana, para el gancho derecho e izquierdo en el boxeo. Épocas de la radio en las ferias taurinas, sus narradores y comentaristas, quienes muchos de ellos han fallecido, algunos dirán, otros exclaman, en su mejor momento.

La radio, tiene nombres, aquí no los olvidamos, la lista es enorme, es un reconocimiento general, tiene como propósito resaltar esa gran labor, oficio, profesión, afición, para muchos, compromiso publicitario para algunos, para otros, la mejor manera de ejercer sus habilidades en su voz y capacidad de entrevistar, de abstraer de la noticia, lo mas objetivo para el oyente, algunos otros, emiten conceptos a la topa tolondra, sin leer, sin escuchar argumentos y sin medir palabras, la radio tiene frecuencias que llegan mucho más allá de lo que nos imaginamos y la voz que nos acompaña, presentando la noticia, sirviendo de moderador para una entrevista o simplemente presentando una canción y la hora por favor.