Economía Finanzas personales

¿Cómo será el consumo después del COVID-19?

Radio Santa fe BB
Con la crisis del COVID-19, han surgido nuevas propuestas de valor en el mercado. Las medidas de confinamiento y de sanidad han evitado la movilidad de las personas y esto ha impactado en la forma de vivir, comprar y trabajar.

El índice EY del futuro del consumidor, es un estudio que desarrollamos a nivel global que identifica que los hábitos de consumo antes, durante y después de la crisis serán completamente distintos y que irán transformándose a medida que se desarrolla la pandemia. Entender las características que definen al consumidor en cada etapa será una labor fundamental para que las empresas y compañías puedan adaptarse al cambio y garantizar la continuidad de sus negocios.

Según el estudio de EY, el cambio en el consumidor ya venía efectuándose desde hace algunos años, la diferencia es que con la crisis sanitaria se ha dado a una velocidad inesperada. Alrededor del 33% de los consumidores hará una reevaluación de las cosas que más valora y el 25% pondrá más atención a lo que consume y el impacto que esto tiene en el planeta. Por estos dos motivos, en esta primera etapa de la crisis, el consumo en el sector de la moda bajó sustancialmente, mientras que el de los productos de necesidades básicas ha aumentado.

En esta primera etapa de la crisis, el estudio reveló que existen cuatro segmentos de comportamiento en los consumidores, distribuidos por un 27% que está recortando gastos; un 11% que prefiere quedarse en casa y pedir a domicilio; un 35% que guardan sus recursos y lo que compran lo hacen con el fin de almacenar pues les preocupa los efectos que la pandemia pueda causar a largo plazo; y por último, un 26% que no han cambiado sus hábitos de consumo a causa del COVID-19.

De acuerdo con la encuesta, el segmento que más cambios ha sufrido en el consumo corresponde a quienes recortan gastos, la mayoría mayores de 45 años de edad, ya que es una parte de la población que se ha visto afectada en términos de empleo, pues el trabajo del 25% de ellos fue suspendido de manera temporal o permanente. Por esta razón, el 78% del segmento ha disminuido sus compras y el 64% gasta únicamente en lo indispensable. Para quienes recortan gastos, la marca no es primordial a la hora de tomar la decisión de compra, mientras que para el 46% del segmento de los que hibernan la marca sigue siendo un criterio clave a la hora de comprar.

Según el estudio de EY “Future Consumer Index” surgirán cinco perfiles de consumidor en la etapa posterior al COVID-19, los cuales fueron categorizados de acuerdo a sus comportamientos y necesidades en el marco de esta coyuntura:

El 9% de los encuestados regresarán a su realidad con más fuerza; es decir, comprarán más de lo que acostumbraban antes de la pandemia. Es un segmento en su mayoría está compuesto por personas jóvenes y con un trabajo estable.
El 13% tendrá que hacer varios recortes y ajustes en sus cuentas y sus hábitos de consumo tendrán un cambio notorio. Es probable que muchas de las personas de este segmento no cuenten con un trabajo formal y su nivel se estudios sea más bajo.
El 22% se definen como los moderados y sencillos, son quienes van a gastar un poco menos, y a quienes les costará trabajo regresar a la estabilidad rápidamente.
El 25% entran en el segmento de extravagantes pero responsables, y son quienes estarán dispuestos a gastar dinero en elementos necesarios. Las personas de este grupo cuentan en su mayoría con ingresos medios/altos y serán quienes se enfoquen mucho más en la salud.
El 31% que son de la categoría de vuelta a la normalidad, se definen como aquellos que se vieron menos afectados por la pandemia y por tal motivo gastarán igual que antes.

Según lo anterior, en el estudio de EY se puede evidenciar que aproximadamente el 40% de los consumidores cree que las actividades que más van a cambiar después del COVID19 serán: la forma de viajar, de socializarse y de hacer compras. Según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, el e-commerce ha crecido entre 50% y 80% durante la cuarentena. La nueva realidad obliga a tener soluciones digitales para los productos de primera necesidad, pero también para aquellos que hacen parte del ocio. En efecto, la crisis ha logrado que el consumidor se sienta más cómodo y haga compras más eficientes y seguras por medio de la internet.

Por último, se evidencia que más del 53% de los encuestados en el índice EY del futuro del consumidor estarán dispuestos a proveer sus datos personales a grandes bases de datos si con ello se ayuda a rastrear, monitorear y controlar nuevos virus o infecciones. Esta tendencia creará nuevas oportunidades de negocio que acelerarán la demanda, hecho que las empresas también deberán tener en cuenta.

Así pues, queda claro que hay nuevos patrones de consumo en los cuales se espera una mayor conciencia sobre la asignación del gasto, esto porque el consumidor será más responsable con lo que compra y se fijará aún más en el precio y en el impacto que el producto le produce al mundo. Finalmente, será necesario entender al consumidor en dos etapas, al inicio de la crisis y con el retorno a la nueva normalidad.