El divorcio entre Christina Aguilera y Jordan Bratman tuvo lugar por «diferencias irreconciliables», y parece que una de ellas es el desnivel de belleza existente entre ambos.

La cantante se ha hartado de recibir constantes críticas y burlas por la fealdad de su esposo y, aunque lo quería, le fue imposible continuar con su matrimonio.

El marido de Christina Aguilera no destaca especialmente por su belleza, y eso ha podido costarle el matrimonio. Las malas lenguas no dudaban en lanzar pullas constantes acerca de su fealdad, comparándola con la belleza de la cantante, que finalmente no pudo aguantar más.

«Christina se cansó de que se metieran con ella por el aspecto de Jordan», han explicado fuentes de National Enquirer. «Le quería mucho, pero cada vez se fue haciendo más difícil lidiar con las pullas por estar casada con un patito feo».

Aunque en un principio el amor que les unía fue capaz de silenciar las críticas, poco a poco éstas fueron haciendo mella en su relación. «Cuanto más tiempo llevaban casados, más fuertes eran las habladurías», continúa esta fuente. «Ella navegaba por Internet y leía cosas que la avergonzaban sobre el aspecto de Jordan».

Pero por muy mal que lo pasara Christina, esta situación ha sido especialmente dura para su marido, el principal afectado: «Para Jordan fue horrible ver a la gente decir esas cosas tan crueles sobre su apariencia, debe haber afectado a su autoestima. Se cebaron con él y le etiquetaron de feo, es superficial e injusto».

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