Internacional

Indignados dividen políticas de Estados Unidos y estremecen al mundo

El grupo del movimiento Occupy Wall Street, que inició hace un par de semanas como unos cientos de persona, no sólo ha crecido a miles, sino que ha desencadenado todo tipo de reacciones al interior de las políticas estadounidenses, cómo en la reacción que diversos gobiernos en Europa y Oriente.

En Estados Unidos, donde las protestas se han centrado en New York y Wshington D.C., la critica desarrollada por el grupo, por la mala distribución de la riqueza en el país, además de la corrupción y la avaricia del uno por ciento de los estadunidenses con mayores privilegios, ha divido las políticas del Gobierno norteamericano.

El aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Republicano, Herman Cain, acusó a los manifestantes de estar “celosos” por la riqueza y el éxito de los financieros de Wall Street, y aseguró que se hacen pasar por “víctimas” y que el movimiento sólo servía como una distracción de las “fallida políticas” del presidente Barack Obama.

Por su parte, Newt Gingrich, otro de los aspirantes del Partido Republicano para las elecciones de 2012, declaró a su vez que las protestas eran una “guerra de clases” promovida por el propio Obama contra el sector de la población con mayores privilegios.

Pero para la ex líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, los manifestantes “están enojados por no tener empleo”, y que nada puede molestar más a un ciudadano que “no poder proveer a su familia o entender cuáles eran sus perspectivas a futuro”.

Lo cierto es que en varias ciudades estdounidenses empiezan a aparecer nuevos grupos que se suman a las protestas, por ejemplo, en Boston, unas 3.000 personas marcharon el sábado para protestar contra la avaricia de las corporaciones y para que los bancos detengan las ejecuciones hipotecarias, en una movilización que se saldó con 24 detenidos.

En Los Ángeles, unas 300 personas acampaban ayer frente a la Corte Superior, en el centro de la ciudad, en apoyo a la ‘ocupación’ de Wall Street, que empezó el pasado 17 de septiembre y que parecía languidecer hasta que recibió un espaldarazo cuando un bloqueo del puente de Brooklyn terminó con la detención de 700 personas, ya liberadas.

Entre tanto, en Bélgica donde «indignados» españoles, belgas, franceses e italianos, entre otros, decidieron retirarse el fin de semana del parque de Bruselas, para reunirse en un edificio universitario, evitando de esta manera nuevas detenciones.

El sábado, las autoridades belgas reportaron la captura de la menos 48 manifestantes, quienes fueron liberados a primeras horas del domingo.

El movimiento Occupy Wall Street, también ha generado opiniones en Irán, donde el general Masud Yazayeri, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución iraní aseguró que las protestas culminarán con el «colapso del sistema capitalista occidental» y llevarán a la «primavera estadounidense».

Agregó que el Presidente «Obama no han llegado a nada y el pueblo de EEUU ha visto como las medidas que ha adoptado están en línea con la política económica de Bush»

«El fracaso del presidente estadounidense para resolver el conflicto de Wall Street convertirá las protesta económica en política y social contra el sistema de gobierno de EEUU y hará ver que la democracia liberal occidental esta en declive», concluyó Yazayeri.