–«Sensatez y prudencia para superar lo que impida el logro de la paz», pidió la Iglesia Católica colombiana al gobierno nacional y a la guerrilla de las Farc, tras reclamar la liberación de los secuestrados.

El pronunciamiento lo hizo la iglesia a través del Cardenal y arzobispo de Bogotá, Monseñor Rubén Salazar Gómez, quien en su cuenta en Twitter escribió concretamente: «Señores del Gobierno y de las FARC, con sensatez y prudencia, busquen superar lo que impida el logro de la paz».

En igual sentido se manifestó el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, quien rechazó el secuestro de uniformados, pidió su liberación y la continuación de los diálogos de la paz en La Habana.

Tras el secuestro del general Rubén Darío Alzate Mora, comandante de la Fuerza de Tarea Titán; el cabo primero Jorge Rodríguez Contreras y la abogada Gloria Urrego, coordinadora de Proyectos Especiales de esa Fuerza de Tarea, perpetrado por las Farc este domingo 16 de noviembre, el jerarca católico precisó:

«Yo le hago un llamado a la guerrilla y al gobierno para que hagan todo lo posible para que este impase se supere».

Precisamente, luego de la confirmación del secuestro, el presidente Juan Manuel Santos anunció la suspensión de los diálogos que se desarrollan en la Habana hasta que las Farc liberen a los uniformados y a la abogada Gloria Urrego.

EN ARAUCA

Independientemente, la Iglesia católica de Arauca en unión con otras instituciones reclamaron un acuerdo especial entre el Gobierno Nacional y las guerrillas del Eln y las Farc, para que sean retiradas las minas antipersonas que están sembradas en varias zonas de esta región.

Esta petición fue acordada en un comunicado por voceros de los municipios de Tame, Fortul, Arauquita, Saravena, todos de Arauca; la Iglesia católica, la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra, delegados del movimiento político social y popular del centro oriente de Colombia; dirigentes del Partido Conservador, del Polo Democrático, del Liberal, entre otros.

Los firmantes del comunicado consideran «de primer orden» impulsar este acuerdo para que las comunidades de Arauca «no continúen sufriendo a causa de la guerra», esto en el contexto de las conversaciones de paz que se adelantan en La Habana, entre el Gobierno y las FARC y la posibilidad de iniciar un proceso de paz similar con el ELN.

La misiva fue enviada a los responsables de los diálogos de paz del ELN y las FARC, Eliécer Erlinto Chamorro Acosta, alias ‘Antonio García’, y Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, así como al alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo. Además se entregó también al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y a otras autoridades.

Desde 1990 las minas antipersona han causado en el país más de 10.000 víctimas, según datos oficiales.