El servicio fúnebre de Roberto Gómez Bolaños se llevó a cabo en el popular Estadio Azteca de México, ceremonia emotiva que contó con la presencia de miles de seguidores que abarrotaron las graderías para dar el último adiós al cómico.

El féretro con los restos mortales de Chespirito, arribó al estadio poco después del mediodía, después de un recorrido de unas dos horas por las avenidas de ciudad de México, llenas de admiradores que le ovacionaron.

El ataúd, protegido en una vitrina de cristal, fue trasladado en una carroza roja y estuvo flanqueado por figuras del «Chavo del ocho», acompañado del barril en el que dormía, y del ‘Chapulín colorado’ con un gran corazón.

El evento tuvo momentos muy emotivos, como la presencia de niños vestidos como el «Chapulín colorado» caminando junto al féretro de «Chespirito» y cantando el tema de la vecindad.

En otro momento del responso, Florinda Meza dejó una flores blancas en el gramado, acto que fue imitado por los hijos de Roberto Gómez, familiares y personas que alcanzaron un lugar en el campo de juego.

Luego de eso, la viuda de «Chespirito» soltó una paloma blanca al cielo, en señal de la lamentable pérdida, al parecer, Florinda no quería que los periodistas se acerquen demasiado a las palomas que habían soltado, algo que no fue advertido por un camarógrafo de Televisa.

El hombre de prensa había buscado captar un plano detalle de los animalitos, haciendo que la recordada «doña Florinda» se enfureciera.

La artista perdió la paciencia y conminó al camarógrafo a retroceder con su cámara, siendo captada por el mismo hombre y otro que grabó su pelea desde las graderías.

Desde la muerte de su esposo, Florinda Meza ha sido objeto de polémica, especialmente por un falso tuit que manifestaba que había «prohibido» la asistencia de Carlos Villagrán «Kiko» a los funerales de su esposo, aunque luego el mismo actor lo desmintió.

También se indicó que ella había manifestado su deseo de enterrar a «Chespirito» con el traje de «El Chavo del Ocho», pero esto no ha sido confirmado por ningún representante.

Gómez Bolaños murió el viernes después de varios años de lidiar con serios problemas de salud. En el 2012, cuando se le rindió un homenaje en el Auditorio Nacional de México, había estado en silla de ruedas y con un tanque de oxígeno.