Honey-Rae es una pequeña británica de tan solo año y seis meses que nación con unas manchas rojas en sus piernas, por esto, los padres de la pequeña decidieron tatuarse las mismas marcas para que no se sienta sola ni diferente.

Según la madre de la pequeña, las manchas se deben a ciertas dificultades médicas que su hija experimentó luego del nacimiento.

“Cuando nació, ella tuvo que luchar para poder respirar, y fue trasladada de urgencia a la unidad de cuidados especiales. Cuando fui a verla, estaba acostada en una pequeña incubadora y fue entonces cuando lo vi por primera vez. Me rompió el corazón. Yo sólo sollozaba y sollozaba sabiendo que mi bebé estaría marcada de manera permanente por el resto de su vida”, expresó la madre de Honey-Rae.

En ese punto los padres de la pequeña decidieron que la vida de su hija sería mucho más feliz si no se sintiera la única que se veía de esa forma, la pareja decidió obtener un duplicado de la marca de Honey-Rae y llevarla siempre en sus cuerpos.

Adam, quien es el padre de Honey-Rae se realizó el tatuaje como un regalo que su esposa le dio, y en su cumpleaños número 40 Tanya, la madre, recibió el mismo regalo por parte de su pareja.

“Fue increíblemente doloroso, sobre todo porque tenía otros tatuajes antiguos que cubrir, pero valió la pena cada segundo. Cuando bajó la hinchazón, le mostré mi tatuaje a Hoeny-Rae y ella suavemente lo tocó, y sonrió señalando a su propia pierna” expresó Tanya.

Ambos padres están convencidos que han tomado la decisión correcta y su único deseo es que su hija sea feliz, que no se sienta distinta.