Ciencia y Tecnología

El legado del genio matemático y Premio Nobel de Economía John Forbes Nash

John NashJohn Forbes Nash (1928-2015) quien murió en un accidente de tránsito, fue un matemático estadounidense que recibió el Premio Nobel de Economía en 1994 por sus aportes a la teoría de juegos y los procesos de negociación, y el Premio Abel de la Academia Noruega de Ciencias y Letras (considerado el Nobel de las matemáticas) en el 2015; fue diagnosticado a los 30 años de edad, de esquizofrenia paranoica, una enfermedad que lo acompaño hasta su muerte y que inspiró la famosa película «Una mente maravillosa».

Gracias al apoyo de su esposa, la enfermedad empezó a remitir en la década de los 80, por lo cual el comité del Nobel se decidió a concederle el galardón en 1994. Cuatro años más tarde, la escritora Sylvia Nasar relató su vida en la biografía “Una mente maravillosa”.

El éxito de la cinta –ganadora de 4 Oscars– permitió al público conocer una vida particular y extraordinaria, que este domingo llegó a su fin por culpa de un aciago accidente de tráfico.

Uno de sus trabajos fue el conocido como ‘equilibrio de Nash’. Este concepto sirve para resolver juegos de dos o más jugadores, en el que cada uno adopta la mejor estrategia para su interés particular y conoce las estrategias de los demás. Ante estas situaciones, Nash explicó que cada participante adoptaba la mejor estrategia para cada uno de ellos individualmente, pero teniendo en cuenta que los demás optarán también por preservar su interés particular.

El equilibrio de Nash explica que cada participante adopta la mejor decisión para sus intereses considerando las estrategias de los demás.

Desde pequeño mostró interés por las matemáticas y la química.
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Tras ganar una beca en el concurso George Westinghouse, se matricularía en ingeniería química en la actual Universidad Carnegie Mellon. Gracias a su profesor que vio su talento innato para las matemáticas, Nash aceptaría una beca de la Universidad de Princeton para el doctorado en matemáticas. Su carta de recomendación decía solo: “Este hombre es un genio”.

En su cabeza buscaba las claves secretas para poder desactivar una conspiración mundial que creía haber descubierto; para ello, escribía sin parar ecuaciones interminables e irresolubles por todas partes con breves periodos de lucidez. Su familia y sus amigos ayudaron a que, poco a poco, su vínculo con la realidad se fuese fortaleciendo en detrimento de sus delirios.

Nash pasó la mayor parte de su carrera en la Universidad de Princeton, recientemente como matemático sénior de investigación.

El presidente de la Universidad de Princeton, Christopher Eisgruber, dijo: “Los logros notables de John inspiraron a varias generaciones de matemáticos, economistas y científicos, quienes fueron influenciados por su trabajo brillante y pionero sobre la teoría de juegos”.

Una colega del matemático, que recibió un premio junto con Nash en Noruega, dijo que la pareja tomó un taxi el sábado para ir a su casa desde el aeropuerto Newark, pero el vehículo chocó en el trayecto.

Frases destacadas de John Forbes Nash:

“Las clases opacan la mente… le quitan el potencial creativo al estudiante”.

“No, no creo en la suerte, pero sí en asignar valor a las cosas”.

“Yo no diría que exista una relación entre las matemáticas y la esquizofrenia”.

“Siempre he creído en los números. En las ecuaciones y la lógica que llevan a la razón. Pero, después de una vida de búsqueda me digo, ¿Qué es la lógica?
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¿Quién decide la razón?”

“Lo que distingue lo real de lo irreal está en el corazón”.

“Caballeros, debo recordarles que, mis probabilidades de éxito, aumentan en cada nuevo intento…”

“He buscado a través de lo físico, lo metafísico, lo delirante, … y vuelta a empezar. Y he hecho el descubrimiento más importante de mi carrera, el más importante de mi vida. Sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica”.

“Gradualmente, comencé a rechazar intelectualmente algunas de las delirantes líneas de pensamiento que habían sido características de mi orientación. Esto comenzó, de forma más clara, con el rechazo del pensamiento orientado políticamente como una pérdida inútil de esfuerzo intelectual”.

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