Por: Luis Eduardo Forero Medina
Dos centenares de adultos mayores necesitan sudaderas, camisetas, medias, zapatos, bufandas y sacos. Residen en el ancianato de la Parroquia de Nuestra Señora de las Aguas, que desde 1644 adelanta programas sociales en favor de la población adulta vulnerable. Las donaciones en especie o en dinero, las reciben en la Parroquia, carrera 2 A No 18 A-68, tel. 3412985.
En Bogotá la situación de los longevos abandonados se ha incrementado; de acuerdo a la Secretaría de Integración Social de Bogotá, al día son abandonadas a su suerte dos personas mayores de 60 años. El Estado no logra mejorar la situación de estas personas que sin duda aportaron mucho al país. Los cristianos desde sus principios hacían colectas comunes para los hermanos más necesitados; san Pablo menciona diversos servicios de caridad mutua. Los paganos elogiaban esa actitud altruista de los cristianos. Hoy funcionan en el mundo con esos fines Caritas o Cor Unum, apoyando miles de Hospitales, Dispensarios y Hogares para ancianos y minusválidos. Para Francisco “tenemos la tendencia a ignorar la vejez,.. especialmente si somos pobres, estamos enfermos, estamos solos”. Para el Obispo de Roma ¡es feo ver a los ancianos descartados, es pecado!, y dice que los que descartan a los ancianos llevan dentro el virus de la muerte. Hace un día el Francisco dijo que la cercanía al prójimo supera toda barrera. El cardenal Ratzinger, el Papa emérito, estima que la atención a los ancianos hace la diferencia de una civilización. Hoy no se hace eco de las buenas prácticas con los viejos y ancianas. Los que apartan hoy a los ancianos del mundo social o laboral, mañana ellos también habrán alcanzado la senectud. En Las Aguas se quedaron 200 personas esperando la ayuda. Algunos ancianos parecen resignarse del olvido en que quedaron, otros cuentan que no volvieron a recibir visitas, aunque se sienten muy agradecidos y a gusto con el P. Domingo García García, Misionero Idente, Párroco de las Aguas.
