Por: Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia
DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA (93)
Julio es el mes de la libertad. En las siguientes fechas se celebran las primeras declaraciones de libertad de algunos países cercanos al nuestro. 1 de julio Canadá, 4 de julio, libertad de los Estados Unidos; 5 de julio Venezuela, 9 de julio, libertad de Argentina; 14 de julio, independencia de Francia; 16 de julio, independencia de Cundinamarca; 20 de julio, independencia de Colombia; 26 de julio día de la rebeldía en Cuba, 28 de julio Perú.
Libertad es el “poder de obrar o de no obrar, o de escoger” Pero esta escogencia, esa elección solo se puede ejercer frente a lo que es legal o ético, salvo que lo que aparece como legal sea arbitrario o dañino para el ser humano. En estos casos se justifica la desobediencia civil. Por esta razón no es posible elegir entre corregir a un hijo y maltratarlo, entre ser honrado y ser deshonesto, entre sostener a los hijos y abandonarlos. Entre engendrar o concebir sin importar el futuro de los hijos y el ejercer la obligación de progenitura responsable. Es importante recordar que la progenitura es para hombres y mujeres capaces de criar y no para jovencitos, jovencitas o adolescentes carentes de toda capacidad paterno y materno filial.
Por su parte, no goza de libertad quien es esclavo, siervo, secuestrado, fundamentalista, obsesivo, dependiente total desde el punto de vista económico o laboral, como sucede con quienes tienen patrones electores o poderosos financieros.
La familia es el primer Estado y la primera escuela. En su seno aprendemos a ser libres y a respetar la libertad de los demás. La persona verdaderamente libre es quien respeta la libertad de los demás. La que tiene alta autoestima y tolerancia a toda prueba.
Por la creencia de que en el hogar hay jefes, papá y mamá o una de los integrantes de la pareja, se pueden comportar como dictadores, déspotas, imperativos y llegan a creer que es válido aplicar la torpe sentencia popular que reza: “Porque te quiero te aporreo” y este aporreo puede llegar hasta lesionar o matar, actos que bajo todas las circunstancias son ilegales y censurables.
Hay progenitores que cuando hablan con sus hijos y asumen que éstos no les ponen atención les gritan “Escuche que le está hablando su papá o le está hablando su mamá” Y como compensación cuando el hijo o la hija le hablan a sus papás, estos les responden: “No me interrumpa que estoy ocupada u ocupado”
La libertad no es un derecho aislado de otros que son fundamentales, como el de la responsabilidad, la salud, la educación, la vivienda digna, el trabajo de calidad y con remuneración adecuada.
Veamos algunos artículos de la Constitución que tienen que ver el derecho a la libertad en la familia.
Empiezo por recordar que se afirma que todas las personas nacen libres e iguales ante la ley. Esa igualdad debe predicarse desde el momento mismo en el que la persona es engendrada o concebida y desde antes puesto que todos los embarazos deben ser debidamente planeados. Esta libertad está en principio bajo la responsabilidad de los padres y duele que se crea que, por ejemplo, el derecho a nacer pueda ser frustrado por la decisión caprichosa de la madre.
Dispone la Constitución que todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad. Y la personalidad es sello indeleble que impone la familia. Este derecho se ha desbordado y se confunde que un libertinaje que no le hace bien a la persona. Adicional a este principio debe recordarse que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a expresar su libre opinión, que no en todos los casos debe primar por sobre las verdaderas necesidades de la persona.
La Constitución garantiza que toda persona es libre de escoger profesión u oficio. Y, ¿Cómo pueden los progenitores con salarios mínimos lograr que sus hijos estudien en universidades de calidad? Por la imposibilidad de garantizar esta libertad de escoger profesión, se quedan en nuestros campos y veredas multitud de genios y gestores del progreso del País y de la sana convivencia.
La Constitución dispone que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad y que se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. La familia nace, DEBE NACER, bajo principios de RESPONSABILIDAD y LIBERTAD. Pero en la práctica estamos lejos de hacer realidad estos propósitos.
Y agrega que “La pareja tiene derecho a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos, y deberá sostenerlos y educarlos mientras sean menores o impedidos.” Me parece más adecuado decir tiene derecho a decidir de manera RESPONSABLE y LIBRE el número de sus hijos. Y sería realidad este principio si la familia, la sociedad y El Estado formaran verdaderos progenitores responsables.
Y finalmente conviene recordar que la familia debe liberarse de varios conceptos erróneos, entre otros: 1) Que los padres son los dueños de los hijos. 2) Que vivir en Unión Marital de Hecho o matrimonio consensual no genera obligaciones. 3) Que un hijo puede ser el fruto accidental de una aventura sexual; 4) Que la familia puede ser desechable; 5) Que el matrimonio es una atadura que debe abolirse.
Bogotá, 4 al 10 de Julio de 2016.
Envíe sus comentarios a carlosfradiquem@outlook.com
Twitter @fradiquecarlos Blog: www.elcompaz.com
