Grupos de vecinos bloquearon, en tres regiones bolivianas, el acceso a hospitales públicos destinados a albergar a pacientes de coronavirus, por temor a ser infectados, una medida calificada por el Gobierno de «atentado a la salud pública».

Una de las tres personas infectadas en el país, una mujer de 60 años de edad, peregrinó, en una ambulancia en Santa Cruz, por siete hospitales donde vecinos evitaron su ingreso arguyendo que no existe infraestructura sanitaria para atender la pandemia.

En Oruro y en Cochabamba se dieron también vigilias de vecinos en las entradas de los hospitales. «Eso es un atentado a la salud pública y obviamente nosotros no vamos a permitir que continúe esa situación», reclamó este viernes la presidenta interina, Jeanine Áñez, en la casa de Gobierno.

Además, la Fiscalía boliviana inició la investigación a vecinos y personal médico y paramédico de siete centros de salud de Santa Cruz por el delito de «atentado contra la salud pública» por haber rechazado la atención a Ana M. Q. L., portadora del coronavirus.

La mujer terminó siendo tratada en un recinto médico de la gobernación de Santa Cruz. Mientras que los otros dos infectados confirmados en el país están aislados en sus casas.

Los involucrados en las protestas «colocaron cadenas a los hospitales para evitar el ingreso de la ambulancia» que trasladaba a la mujer portadora de coronavirus, dijo la fiscal Mirna Arancibia.

Un dirigente del sindicato de trabajadores de la salud de Santa Cruz, Robert Hurtado, rechazó el anuncio de la Fiscalía, y sostuvo que «no existen condiciones para atender a este tipo de pacientes».

Mientras, luego de una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en el país, el ministro de la Presidencia, Yerko Nuñez, anunció que «son más de 100 millones de dólares que ha comprometido la cooperación para temas de ítems, equipamiento e insumos médicos. Los recursos económicos ante la emergencia serán de libre disponibilidad».

De ese monto, Italia, uno de los países más azotados por la pandemia aportará con 21,5 millones de euros (unos 24 millones de dólares), indicó el delegado de la cooperación italiana en Bolivia, Angelo Benincasa, tras reunirse con la presidenta Áñez.